Uno desaparecido y otro asesinado; la historia de dos hermanos víctimas del Estado

Por: Darwin Franco Migues (@darwinfranco)

Foto de portada: Página 24

24 de abril 2017.- Álvaro y Gerardo son hermanos. Desde que el primero desapareció, el 3 de agosto de 2012 en Ixtlahuacán de Los Membrillos, Jalisco; Gerardo –junto con toda su familia- emprendió su búsqueda. La suya fue una búsqueda valiente porque se atrevió a denunciar que la desaparición de su hermano, Álvaro Corona Piceno, fue orquestada por agentes del Estado.

Nunca temió decir esto frente a las autoridades estatales y federales que, desde 2012, están encargadas de “la investigación y búsqueda” de Álvaro; sin embargo, la misma violencia e impunidad que generó la desaparición de su hermano, le arrancó la vida frente a su domicilio, el 19 de abril de 2017.  Gerardo fue asesinado por un hombre que sin decirle nada le disparó a quemarropa en la colonia Jardines de La Cruz en Guadalajara.

La familia Corona Piceno había exigido en múltiples ocasiones a las autoridades de Jalisco que les brindaran seguridad, ya que la denuncia por la desaparición forzada de Álvaro Corona Piceno, quien en 2012 había sido director de la policía municipal de Ixtlahuacán de Los Membrillos, representaba un grave riesgo para ellos. La seguridad nunca llegó.

Álvaro Corona Piceno. Foto: Especial

Tampoco llegó la justicia porque desde que Álvaro desapareció -en 2012- otorgaron infinidad de pruebas tanto a la Fiscalía General de Jalisco como a la Subprocuraduría Especial de Investigaciones contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República para que se investigara la posible participación de Eduardo Cervantes Aguilar, actual presidente municipal de Ixtlahuacán de Los Membrillos; sin embargo, no han tenido ningún tipo de avances.

Álvaro desapareció el 3 de agosto de 2012 cuando viajaba en su auto de Guadalajara a Ixtlahuacán de Los Membrillos para cobrar el dinero de unos terrenos que le había vendido Cervantes Aguilar y por los cuales jamás recibió las escrituras. Ese día, Álvaro, regresó a Ixtlahuacán después de que en enero de ese año había renunciado públicamente como Director de la Policía Municipal por no estar de acuerdo con la manera en que desde la Presidencia Municipal, encabezada por Carlos Méndez Gutiérrez, se querían realizar las labores de seguridad. Cuando Álvaro Corona Piceno renunció a la Policía Municipal de Ixtlahuacán de Los Membrillos, Eduardo Cervantes Aguilar fungía como Secretario General del Ayuntamiento.

Esta información se hizo pública cuando la familia Corona Piceno no pudo soportar más la inacción de las autoridades y frente a la Fiscalía General de Jalisco, el 29 de noviembre de 2016, ofrecieron una rueda de prensa para exigir que se investigara al actual edil priísta.

Eduardo Cervantes Aguilar, presidente municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos. Foto: Especial

Las respuestas de la Fiscalía General de Jalisco fueron prácticamente nulas, pues el Fiscal General, Eduardo Almaguer, sólo precisó que investigarían las denuncias de la familia pero, hasta ese momento, no había ninguna investigación que vinculara a Cervantes Aguilar.

“La instrucción que tengo del gobernador es que nosotros habremos de ir al fondo de las investigaciones haya involucrados funcionarios actuales o ex funcionarios, hasta el momento no se ha encontrado una vinculación en ese sentido también quisiera ser claro, sin embargo estamos abiertos a poder encontrar algunos otros elementos más” dijo Almaguer.

Del área Especializada en Desapariciones de esta misma dependencia sólo recibieron una llamada para ponerse a sus órdenes pero jamás les ofrecieron seguridad. Los dejaron solos.

Gerardo Corona Piceno. Foto: Especial

De esa rueda de prensa con la que se buscó presionar a las autoridades jaliscienses al artero asesinato de Gerardo Corona Piceno pasaron tres meses y medio. En este tiempo no recibieron avances en su investigación ni medidas de seguridad para evitar atentados en contra de la familia. Su homicidio no parece ser un hecho aislado porque quien lo hizo tenía información personal de la familia y un objetivo muy claro.

Por este motivo, tanto Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ) y el colectivo Por Amor a Ellxs emitieron un par de comunicados denunciando la muerte de Gerardo y exigiendo medidas de seguridad para toda la familia Corona Piceno, pues para los integrantes de ambos colectivos su asesinato no puede desvincularse de las denuncias constantes que Gerardo y su familia realizaron para exigir el regreso de su hermano Álvaro.

“Exigimos al Fiscal General, Eduardo Almaguer que haga lo necesario para que este abominable crimen sea realmente investigado y se haga justicia. Recordamos al gobernador Aristóteles Sandoval que en Jalisco, se cometen crímenes de lesa humanidad, como lo es la desaparición forzada en este caso de Álvaro Corona y que es su responsabilidad proteger a la familia Corona Piceno ya que sus vidas corren peligro mientras los perpetradores estén gozando de libertad”, expresaron las familias de Por Amor A Ellxs.

Policía de Ixtlahuacán de los Membrillos. Foto: Especial

En tanto, FUNDEJ, remarcó que “Las familias de personas desaparecidas en Jalisco también exigimos se garantice nuestra protección, pues son las deficiencias en el trabajo de la Fiscalía las que ponen en riesgo nuestra vida y nos han orillado a ser nosotros los principales investigadores en la búsqueda y localización de nuestros seres queridos”.

Conforme a los datos otorgados por la Unidad de Transparencia de la Fiscalía General de Jalisco, de enero de 2006 a febrero de 2017, 4 mil 613 personas están desaparecidas en este estado; la situación es tan grave que el Gobierno Estatal ha propuesto la creación de una Fiscalía Especializada en Desapariciones que entraría en funciones en julio de este año; sin embargo, las deficiencias en la búsqueda de personas desaparecidas han sido tan grandes que la familia Corona Piceno lleva casi cinco años sin ningún tipo de resultado en la búsqueda de Álvaro y a esto deben sumarle el asesinato de Gerardo del cual la Fiscalía General aseguró, a través de su Twitter:

Actualmente, la familia ya recibe la protección y vigilancia que habían solicitado desde que denunciaron la desaparición de Álvaro.

Álvaro y Gerardo son hermanos. Ambos son víctimas de la inseguridad que pulula en Jalisco y ambos han padecido la impunidad que ha crecido a borbotones en la procuración de justicia en este estado. Álvaro está desaparecido y Gerardo murió buscándolo. Su imagen en diversas manifestaciones cargando el retrato de Álvaro es un duro recuerdo para una familia que hoy exige y clama justicia para ambos.