Por: Darwin Franco Migues (@DarwinFranco)
01 de julio 2016.- En el mundo virtual le gustaba que le llamaran Aarón. A sus 16 años, le gustaba esa otra identidad que se había construido para chatear o jugar video juegos en línea. Él, sin embargo, no era un chico cualquiera porque ya tenía la fortuna de ser padre y, por ello, trabajaba en la comunidad de Santa Lucía, Zapopan, a la cual iba y venía con una motocicleta que recién se había comprado con sus ahorros.
El gusto por sentirse libre conduciendo su moto le duró muy poco. Aarón fue desaparecido y asesinado junto con su primo de 16 años, el 27 de febrero de 2016.
Hoy sus padres, los cuales han pedido guardar el anonimato por cuestiones de seguridad, están luchando contra el calvario de ser víctimas de ambos crímenes en Jalisco. La justicia, esa que les prometieron cuando acudieron a la Fiscalía General, ha llegado parcialmente porque fueron ellos mismos quienes dieron con los responsables de la desaparición y muerte de Aarón.
Durante el mes y medio que duró la angustia de no saber dónde estaba su hijo, ellos se convirtieron en los investigadores de su caso porque rápidamente se cansaron de las excusas tanto de su Ministerio Público como del comandante que les asignaron en la Fiscalía. Así que arriesgándolo todo decidieron hacer ellos mismos sus pesquisas.
Anduvieron preguntándole a todo mundo si vieron a Aarón o si habían visto su motocicleta. Pegaron en todo sitio su fotografía y nunca dejaron de llamar a la Fiscalía a pesar de que en lugar de respuestas sólo recibían preguntas como: “¿Qué más ha investigado?, ¿Ya apareció su hijo? ¿Tienen ya algún testigo para que venga a declarar?”.
La angustia pero sobre todo el amor, los hacía fuertes; así que ambos asumieron su rol y abiertamente o en silencio manifestaron la impotencia que generaba tanto la desaparición como la falta de procuración de justicia. El padre, un hombre joven y trabajador, cargaba con el dolor durante el día. La madre, una joven maestra, afrontaba su destino por las noches porque era ahí cuando se preguntaba verdaderamente cómo estaba su hijo.
Desaparecer en el norte de Zapopan
El día en que Aarón desapareció todo parecía normal. A las cinco de la tarde del 27 de febrero, él estaba en casa jugando en línea y sólo esperaba que las horas pasaran para tener una reunión con sus amigos. Su padre de vez en cuando le daba permiso para que de 8 a 11 de la noche su casa se volviera un punto de convivencia. Ese día Aarón tenía planeado sacar al patio trasero el estéreo familiar para tener con sus amigos, tres horas de fiesta. Aarón era un joven de casa.
El primo de Aarón, lo había ido a buscar horas antes, lo cual no era raro porque ellos eran muy unidos y podrían pasar horas platicando. Ese día la visita fue rápida porque al poco tiempo Aarón llevó a su primo en la moto a su casa. Después de un rato, Aarón comentó a su madre que volvería a la casa de su primo, así que tomó la moto y se fue a buscarlo, dijo no tardaría porque ese día tendría reunión en casa. Los amigos de Aarón sí llegaron, pero él no regresó.
Pasaron las horas y Aarón no se comunicaba, así que un familiar le llamó a su celular. Eran alrededor de las 10 y media de la noche, Aarón contestó y sólo mencionó que “estaba con unos amigos cotorreando”, su familiar le pidió que regresara a casa porque acá también lo estaban esperando sus amigos-
Aarón sólo dijo: “Ya vamos, ahorita vamos” y después en el auricular se escuchó la voz de un hombre que comenzó a gritar: “¿Qué quieres? ¿Tú quién eres?” y esto fue lo último que se escuchó en el celular de Aarón porque después de esta llamada, el teléfono fue apagado.
“Ahí comenzó nuestra angustia”, precisó la madre de Aarón, “Nos preguntábamos por qué había apagado el celular, pensamos primero que se le había acabado la pila… después creímos que se había quedado a dormir con su primo o en casa de su abuela pero mi esposo fue y le dijeron que ninguno de los dos había llegado ahí".
"Al otro día reportamos su desaparición a la Alerta Ámber y comenzamos a buscarlo. Al poco rato a casa llegaron unos chicos en moto y nos preguntaron si Aarón ya había regresado. Esto fue muy extraño porque nadie sabía que él estaba desaparecido”.
Uno de los dos jóvenes le comentó al padre de Aarón que lo había visto a él y su primo en los alrededores de un parque con unos compas. “¿Cómo sabes que estaban ahí? ¿Quiénes eran esas personas con las que estaban?”, preguntó el padre.
El joven sólo contestó que había estado ahí porque lo habían citado para resolver una bronca que traía pero que ya no quiso entrarle y por eso se regresó a su casa.
Dijo que ahí vio a Aarón con su primo pero que éstos ya no tenían la moto porque esos compas se la habían pedido prestada y sólo estaban esperando a que se las devolvieran.
“El mismo joven regresó por la tarde para preguntar por mi hijo, le pedíamos que nos dijera qué era lo que él sabía pero sólo se excusaba en que no sabía nada pero que le preocupaba que estuvieran con esas personas porque eran peligrosas”, contó la madre de Aarón; su padre agregó: “Yo de frente le pedí que me dijera qué había pasado con mi hijo, y él dijo, ´la neta Don es que ya los mataron´, en ese momento, yo me pregunté ¿cómo es que ese muchacho sabe todo eso y no nos quiere decir la verdad? Yo creo que este joven engañó a Aarón y mi sobrino para llevarlos con esas personas”.
Usted es el investigador, no nosotros
A los cuatro días de la desaparición de Aarón, sus padres acudieron a la Agencia del Ministerio Público 12, especializada en desapariciones, para presentar su denuncia. Dieron todos los detalles de la desaparición y pidieron que llamaran a declarar al joven que les había dicho que su hijo estaba muerto.
El Ministerio Público asignado tardó mucho en llamarlo a declarar, así que fueron los propios padres de Aarón quienes lo convencieron de que declarara, sin embargo, nada de lo que éste les dijo quedó consignado en la declaración que se hizo en el Ministerio Público, ahí sólo se señaló que éste había pedido ayuda a uno de los menores para pelearse con otra persona.
“El ministerio público se hizo tonto mucho tiempo y sólo nos dijo que no podía confirmar ninguna de la información que le habíamos dado. Nos dijo que estuvo yendo a investigar en colonias de norte de Zapopan pero durante todo el tiempo en que mi hijo estuvo desaparecido nunca nos dieron información de nada y mucho menos nombres porque decían que si nosotros los sabíamos podría resultar contraproducente para la investigación”, para la madre de Aarón todo esto era una burla porque además les decían que “la información que les dábamos era inconclusa, yo me molesté mucho porque como era posible que nos dijeran esas cosas: Él era el investigador, no nosotros”.
Los resultados de la Fiscalía fueron tan nulos que fueron ellos mismos quienes en su investigación dieron con la motocicleta que traía su hijo cuando desapareció. La motocicleta fue localizada el 13 de abril cuando por teléfono les avisaron que ésta estaba circulando por las calles de Zapopan, llamaron a la Policía Municipal para reportar el hallazgo y se dirigieron rápidamente al lugar.
Al llegar al sitio pudieron comprobar que sí era la moto de Aarón, así que se le cerraron al joven que la estaba manejando. La madre de Aarón se bajó rápidamente y tomó la motocicleta del manubrio y le preguntó con fuerza al conductor: “¿Por qué traes la moto de mi hijo? ¿No sabes que esta moto es robada? ¿Quién te la vendió? ¿Dónde está mi hijo?”.
El motociclista dijo que se la habían vendido unos cuates y que no sabía nada de su hijo, pidió que lo dejaran irse porque no quería problemas: “Yo ese día lo vi muy nervioso y constantemente decía que lo iban a llevar a la cárcel”, mencionó la madre de Aarón, quien recuerda que ese mismo día de la Agencia 12 les habían pedido que llevaran a un segundo testigo porque sólo así podría avanzar su caso.
La Policía de Zapopan llegó al lugar: detuvo al joven, retuvo la moto y los trasladaron a la Fiscalía. Al llegar con el Ministerio Público, el padre de Aarón le mencionó: “Ahí está su segundo testigo con todo y moto”. El Ministerio Público se dirigió con la madre y le dijo: “Felicidades señora, yo sabía que Usted era la que nos iba a ayudar”.
Ella contestó: “Pues deme su placa y pistola porque aquí la que se ha convertido en investigadora soy yo. A mí no me toca hacer estos trabajos o qué me va a dar la mitad de su cheque”. El ministerio público sonrío y se fue a tomar la declaración al detenido.
En febrero de 2016, conforme al folio FG/UT/1551/2016 de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía, se denunció la desaparición de 238 personas (139 hombres y 99 mujeres). La Fiscalía dijo haber localizado a 106 personas. Aarón y su primo, sin embargo, fueron localizados por propia familia.
Los resultados de la investigación y la versión de la Fiscalía
La detención del motociclista llevó a la lamentable localización sin vida de Aarón y su primo, el 13 de abril. Tras la declaración del detenido, de 21 años, se supo que ambos jóvenes habían sido privados de su libertad, asesinados y enterrados dentro de la finca en la que éste vivía, el mismo día en que sus padres los reportaron como desaparecidos, el 27 de febrero.
Dentro de la causa penal que se sigue del caso, la Fiscalía General de Jalisco ventiló -a través de un comunicado de prensa- que un joven declarante había señalado que ese día ambas víctimas lo iban a acompañar a pelearse con otra persona pero al ver que éstos tenían otras intenciones tuvo miedo y decidió no acompañarlos. Con esta información, el 11 de mayo, el periódico Mural decidió, sin entrevistar a las familias afectadas, publicar una nota titulada: “Planeaban levantón y los asesinan”.
El joven declarante de la nota resultó ser el mismo que los padres de Aarón convencieron de que hablara y que, según la información que les dio su ministerio público, no había dicho nada sobre que él ya sabía que habían sido asesinados ambos menores. La información publicada por Mural, con información de la Fiscalía, sugiere todo lo contrario y antepone la criminalización de las víctimas antes que el esclarecimiento de la desaparición y el doble homicidio.
El hallazgo de los cuerpos sucedió el 13 de abril, sin embargo, los cuerpos de ambos jóvenes les fueron entregados a las familias hasta el 26 de ese mismo mes. La tardanza se dio porque en la Agencia 12 les dijeron que las pruebas de genética tardarían más de 20 días, sin embargo, personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses les informó, 8 días después, que la confronta de ADN resultó positiva y que éstos resultados ya habían sido enviados a la Agencia 12 de la Fiscalía General de Jalisco, la cual extendió la zozobra de las familias al decirles que: “aún no les habían llegado los resultados y que debían ir con el psicólogo para que estuvieran preparados”.
“Desde que detuvieron a la primera persona nosotros sabíamos que podría tratarse de mi hijo y mi sobrino, sin embargo, en la Agencia 12 sólo insistían en que no podrían darnos ninguna información y que teníamos que ir forzosamente con el psicólogo. Nosotros lo que queríamos era saber la verdad pero nadie nos quiso decir nada, incluso, el día en que nos entregaron el cuerpo de Aarón no sólo nos hicieron muy tardada la entrega sino que dieron además lo entregaron a la funeraria sin que antes tuviéramos la oportunidad de reconocerlo físicamente”, mencionó la madre de Aarón.
Hasta el momento, por la desaparición y homicidio de ambos jóvenes se han detenido a tres personas. A dos de ellas ya se les dictó auto de formal prisión, el 21 de abril; ambas están a la espera de recibir la sentencia definitiva. Sin embargo, en la versión oficial que se ofrece en la nota de Mural no hay correspondencia en tiempo y forma con los hechos porque en la nota quien conducía la moto de Aarón y confesó el lugar donde estaban enterrados los menores, no resultó ser la misma persona que la madre de Aarón detuvo con la moto de su hijo.
En la información difundida, la Fiscalía intercambió al tercer detenido por el primero, incluso, la existencia de este último detenido fue para la familia de Aarón toda una sorpresa porque se enteraron de esto cuando leyeron la nota que publicó Mural. Ningún ministerio público les había dado a conocer de esta detención porque es fecha que no han logrado acceder a su expediente de manera total y gratuita, lo cual vulnera su derecho a la información y a la procuración de justicia, tal y como lo han señalado familiares de desaparecidos del colectivo Por Amor A Ellos, quienes denunciaron la forma sistemática en que la Fiscalía les niega a las víctimas el acceso a su expediente.
El cuerpo de Aarón fue entregado a su familia el 24 de abril, sin embargo, para sus padres no habrá paz porque la muerte de un hijo es irremplazable pero sí aspiran a que exista una justicia plena que los lleve a la aprehensión de todos los involucrados en la muerte de su hijo y sobrino, así como también desean ejercer las medidas de compensación que establecen tanto la Ley General de Víctimas como la Ley Estatal de Atención a Víctimas pues la violencia que les arrebató la vida de Aarón también está dejando muchas secuelas en toda su familia. Los más afectados son los hermanos de Aarón pero sobre todo su pequeño hijo que crecerá sin padre.
Hoy la fotografía de Aarón está situada al centro de la sala de sus padres; en ella su mirada y leve sonrisa les otorgan las fuerzas necesarias para seguir adelante con su vida y con la exigencia de justicia. Aarón, el 28 de junio, hubiese cumplido 17 años.