En un mundo donde el ejercicio del periodismo está cada vez más acotado por presiones económicas y políticas, nos hemos dispuesto a ir contracorriente y crear Reverso, un medio de comunicación digital que nace de la oportunidad que brinda internet para comunicar sin intermediarios y ampliar la difusión de formas de pensar, hoy limitadas por la homogeneidad informativa que tratan de imponer los medios tradicionales, guardianes del status quo.
Creado por un grupo de periodistas que han conocido (y a veces padecido) las redacciones de los grandes medios, Reverso es un medio de comunicación que pretende ser una alternativa que ofrezca un periodismo al servicio de los lectores y también de los no lectores.
Sabemos que la dinámica periodística actual está inmersa en un maremoto de información donde los lectores están a un clic de enterarse de todo. En Reverso creemos que es la calidad y no la cantidad lo que puede ayudar a comprender las distintas realidades en las que coexistimos.
En Reverso le apostamos al aporte de nuevos ángulos y enfoques, a ofrecer el contexto necesario dejando de lado las ataduras de un periodismo aséptico que no explica, que no interpreta, que no ayuda a entender las repercusiones de los hechos en la vida cotidiana.
Nuestra propuesta es hacer un periodismo con intención, que desconfíe de las verdades oficiales y cuestione las “verdades históricas” de los políticos. Al mismo tiempo, queremos que Reverso sea un espacio de encuentro, que parafraseando a Eduardo Galeano, “denuncie lo que duele y comparta lo que da alegría”.
Estamos convencidos que los lectores leen cuando se les ofrece un periodismo que cuenta historias, bien escrito, que logra echar a volar la imaginación y sabe captar la atención, que no se olvida de la honestidad y el sentido crítico.
Sabemos, como decía José Bergamín, que “somos subjetivos porque somos sujetos; y para ser objetivos deberíamos ser objetos". No creemos en una supuesta objetividad o neutralidad. Nos parece que ambos conceptos son usados en el periodismo como sinónimos de indiferencia, pues como bien decía el sociólogo norteamericano Howard Zinn, "no se puede ser neutral en un tren en movimiento".
Creemos, como lo creyó Albert Camus, en un periodismo de ideas, en el que constantemente la búsqueda de la verdad nos obliga tomar partido. Por ese motivo, desde su fundación se los decimos a nuestros lectores: aceptamos ser un medio con filias y fobias.
Nuestras filias son: la memoria, el respeto a los derechos humanos, a la democracia participativa, a brindar voz a los que no se les escucha, a ejercer un periodismo desde la calle y no desde la tribuna, un periodismo que imagina, que piensa en la solidaridad, la rebeldía, la independencia, la diversidad, la ironía y la obstinación.
Nuestras fobias son la corrupción, la injusticia, la desigualdad económica, los miedos de comunicación, la estructura legal creada para favorecer a los que ejercen los poderes fácticos, la insensibilidad ante la pobreza, la dictadura del automóvil, la superficialidad de la información, la sumisión, el olvido.