Por: Darwin Franco (@Darwinfranco) y Dalia Souza (@DalhiaSouza)
08 de julio 2016.- Teresa, Carmen, Armando, Lourdes y Rosario están marcados y unidos por una fecha: 7 de julio de 2013. Ese día, en Lagos de Moreno, Jalisco, sus familiares tuvieron la mala fortuna de estar en la calle cuando un grupo de hombres armados se dedicaron a desaparecer decenas de personas sin que las autoridades municipales o estatales intervinieran para impedirlo. Ese día se les dejó sembrar un terror que hoy sigue teniendo muchas secuelas.
Teresa es madre de Ángel de Jesús Rodríguez Hernández (19 años); Carmen lo es de José Gerardo Aguilar Martínez (18 años); Armando es padre de Daniel Armando Espinoza Hernández (22 años); Lourdes es la madre de Eduardo Isaías Ramírez Hernández (21 años) y Rosario es hermana de Rodrigo Espinoza Aguayo (38 años). Los primeros cuatro jóvenes desaparecieron juntos cuando caminaban por una de las avenidas principales de Lagos de Moreno, y Rodrigo fue privado de su libertad dentro de su propia casa.
Ese 7 de julio de 2013 también desaparecieron Marco Antonio Ramírez Cárdenas (19 años) y Cristian Fabián Ávila Cardona (18 años), éste último aún sigue en calidad de desaparecido; en cambio; José Gerardo, Ángel de Jesús, Eduardo Isaías, Daniel Armando, Marco Antonio y Rodrigo fueron localizados sin vida en un sitio conocido como “La Ley del Monte”, ubicado rumbo a la comunidad serrana de La Sauceda entre los límites de Jalisco y Guanajuato.
A tres años de esta tragedia, estas familias no dan espacio para el olvido y como cada año realizan una procesión donde vuelven a recordarles a las autoridades y población de Lagos de Moreno que sus seres queridos son inocentes y que jamás hubo en ellos ningún dejo de culpabilidad como en su momento precisó el ex alcalde priísta de Lagos de Moreno, Hugo René Ruiz Esparza Hermosillo –hoy diputado local- al relacionar a estas víctimas con la delincuencia organizada. Sin embargo, también marchan porque hasta el día de hoy no se han detenido a todos los autores intelectuales y materiales que participaron en la desaparición y muerte de sus familiares. Este multihomicidio aún sigue impune.
La lona colocada al frente de la manifestación y que era portada por amigos de José Gerardo, Ángel de Jesús, Eduardo Isaías y Daniel Armando llevaba la siguiente leyenda: “Que quienes vengan aquí sepan que ellos son nuestros hijos y son inocentes”. La lucha por demostrar esta inocencia los ha llevado a exigir los derechos a los que tienen acceso en la Ley General de Víctimas, logrando que el ex alcalde ofreciera una disculpa pública por sus declaraciones criminalizantes, el 1 de julio de 2015; así mismo, consiguieron que los nombres de sus familiares, desde el 5 de marzo de 2016, estén inscritos en el Memorial de Víctimas de la Violencia del Estado que se ubica en el Campo Marte y que ha sido reapropiado por el Comité 68 para revertir el sentido impuesto por el Gobierno Federal.
El amor, el extrañamiento, el no olvido y la exigencia de justicia se mezclaron a cada paso que se daban estas familias desde el parque de la Colonia Lomas -lugar donde los cuatro jóvenes les gustaba encontrarse en vida- hasta el Templo de El Calvario, sitio significativo para las familias porque ahí cuatro de ellas recibieron los restos de sus familiares en pequeñas cajas de madera con el logotipo del Gobierno de Jalisco. Esta ha sido una de las acciones más denigrantes cometidas por la administración del priísta, Aristóteles Sandoval.
Este andar de las víctimas de Lagos de Moreno, como ocurrió hace un año, estuvo acompañado también de los pasos de decenas de familiares de desaparecidos, los cuales -como nunca antes había pasado en este municipio jalisciense- decidieron romper el miedo, impuesto por las acciones violentas que llenaron de terror y muerte a Lagos de Moreno a inicios de este año, para salir a las calles a expresar que las desapariciones –como las sucedidas el 7 de julio de 2013- no han cesado y que estas familias son el vivo testimonio de que en Lagos de Moreno han desaparecido 80 personas en menos de tres años.
Una lucha que arropa la búsqueda de los desaparecidos de Lagos de Moreno
Desde que Teresa, Carmen, Armando, Lourdes y Rosario decidieron irrumpir en 2013 las fiestas municipales de Lagos de Moreno para denunciar que “en este pueblo mágico el crimen organizado desapareció a sus hijos”; otras familias tomaron esta estafeta y, como nunca antes había pasado, comenzaron a reunirse para evidenciar que desde que sus familiares fueron desaparecidos por la delincuencia organizada que opera en la zona, no existe de parte de la Fiscalía General de Jalisco ningún tipo de resultados dentro de los expedientes que debieran contener informes de investigación y búsqueda.
A la procesión por la memoria de José Gerardo, Ángel de Jesús, Eduardo Isaías, Daniel Armando y Rodrigo se sumaron otros nombres y rostros de desaparecidos como:
- Ana Belem Arenas Rosas, desaparecida el 13 de junio de 2013
- Luis Fernando Ramos Mendoza, desaparecido el 20 de junio de 2013
- Edgar Daniel Reyes Valadez, 29 de junio de 2013
- Isabel Veloz, desaparecida el 26 de mayo de 2014
- Fernando Villalobos Briseño, desaparecido el 7 de marzo de 2015
- Rocío del Carmen Cabello Rodríguez, desaparecida el 23 de marzo de 2015
- Juan Carlos Ríos Zambrano, desaparecido el 3 de abril de 2015
- Miguel Ángel Cárdenas Ornelas, desaparecido el 15 de abril de 2015
- Ana Elvira Castillo Mireles, desaparecida el 28 de abril de 2015
- Carlos Adrián Romo López, desaparecido en mayo de 2015
- Daniel Eduardo Carpio Bocanegra, desaparecido el 10 de junio de 2015
- César Federico González Reynoso, desaparecido el 19 de junio de 2015
- Benito Pérez Gutiérrez, desaparecido el 3 de julio de 2015
- Hermión Luna García, desaparecido el 6 de julio de 2015
- Fidel Gutiérrez Mejía, desaparecido en agosto de 2015.
- Arnol Uriel López Olmos, desaparecido el 12 de septiembre de 2015
- Joel Enrique Juárez González, desaparecido el 12 de septiembre de 2015
- Enrique Zamarripa Tavarez, 24 de diciembre de 2015
- José de Jesús Cabello Campos, desaparecido el 28 de diciembre de 2015
- Erick Rubén Pérez González, desaparecido el 6 de enero de 2016
- Víctor Manuel Mendoza Valencia, desaparecido el 14 de febrero de 2016
- Cristian Daniel Ríos Martín, desaparecido el 22 de febrero de 2016
- Rafael Alejandro González Luna, desaparecido el 22 de febrero de 2016
- Luis Padilla Cárdenas, desaparecido el 21 de marzo de 2016
- Crisanto Rocha Veloz, desaparecido el 7 de mayo de 2016
Cada uno de ellos fue portado con dignidad por sus familiares en pequeñas lonas que en tonos rojos hacían énfasis en una pregunta que desde hace años o semanas les ha robado la paz: “¿En dónde está?” pero también en estas lonas de búsqueda hubo cabida para la esperanza pues se pedía a los habitantes de Lagos de Moreno “su ayuda para localizarlos”.
En Lagos de Moreno, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas, existen 80 desaparecidos (65 hombres y 15 mujeres) cuyas ausencias se denunciaron entre enero de 2013 y febrero de 2016, el 65 por ciento de las desapariciones registradas sucedieron en el año 2015. La edad promedio de los desaparecidos de Lagos de Moreno se ubica entre los 21 y 26 años.
Una madre no se cansa de buscar
La conjunción del clamor de justicia de las víctimas de Lagos de Moreno del 7 de julio de 2013 y la fuerza de las familias que están actualmente buscando a su ser querido desaparecido culminó con una misa en el Templo de El Calvario; ahí las fotografías y retratos de quienes ya no están con vida y de quienes viven una ausencia involuntario se conjuntaron para recibir de parte de la Iglesia Católica una bocanada de esperanza y fe que se dejó sentir con fuerza cuando el párroco pidió que cada una de las familias pronunciara en voz alta el nombre de cada uno de sus familiares asesinados o desaparecidos.
Lagos de Moreno experimentó a finales de 2015 e inicios de 2016 una vorágine de hechos violentos que derivaron en la realización de múltiples enfrentamientos entre la delincuencia organizada y fuerzas policiales estatales, así como entre los dos grupos delictivos que se disputan la plaza; esta situación ocasionó la muerte de 31 personas y la localización de, al menos, tres fosas clandestinas.
Con este contexto de fondo es muy difícil emprender la búsqueda de un desaparecido, así lo precisaron las familias que acudieron a la manifestación y quienes no desearon hablar públicamente de su caso por miedo a sufrir amenazas o represalias; sin embargo, como mencionó Ofelia, suegra de un desaparecido de Lagos de Moreno: “Nosotros debemos de comenzar a gritar todas juntas, como ellos lo hicieron hace tres años, porque si lo hacemos las autoridades olvidarán lo que nosotras tanto buscamos: a nuestros desaparecidos”.