Por: Redacción (@reversomx)
24 de agosto de 2016.- Un porcentaje mayor al 10 % es lo que tienen que pagar los constructores que obtienen contratos de obra en la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) del Gobierno de Jalisco, denunció el presidente de Coparmex Jalisco, José Medina Mora.
Esta práctica se ha agudizado en este último año y lo sabe el Gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval, acusó el empresario, quien evitó acusar directamente a Roberto Dávalos, titular de SIOP, argumentando que el problema se encuentra en la estructura de la dependencia.
"En obra pública hay una altísima corrupción. Lo que nos dicen los constructores es que en todos los proyectos de obra pública la estructura de la SIOP les pide 'mochada', que ya están hasta el gorro del diezmo, porque ya no es el 10 (por ciento)”, comentó el titular de Coparmex.
"Esto es algo que ha existido en esta Administración, pero en los últimos 12 meses ya han ido con el Gobernador para decirle quién dentro de la Secretaría está pidiendo estas estas ‘mochadas’…La corrupción no está a nivel del Secretario sino más bien en la estructura de la Secretaría.
La información aparece hoy en el diario Mural, y fue elaborada por los periodistas Celso Mariño, Sandra Salcedo y Diana Palacios.
Quien prefirió no quiso meterse en problemas es el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Jalisco, Benjamín Cárdenas, quien evitó acusar directamente los problemas de corrupción.
Mencionó a Mural que en su sector, el tema de los moches que se le tienen que dar a los funcionarios de la SIOP es un reclamo generalizado, pero "tras bambalinas".
La corrupción en el Gobierno de Jalisco en el tema de la asignación de obra pública es de tal envergadura, que las empresas constructoras han tenido que pagar por adelantado la mochada a los funcionarios, antes de que se les pueda otorgar alguna obra, según Carlos Orozco Santillán, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas.
"Entre mayor es la envergadura de la obra, mayor es el porcentaje, entonces hemos encontrado testimonios de constructores que aportan entre el cinco, e incluso hasta el 25 por ciento", declaró Orozco.
El "tanto por ciento, por adela" es la frase con la que un constructor acepta o asegura que una obra le será asignada.
"El colmo de la corrupción es cuando un funcionario te pide ese porcentaje de comisión por adelantado, ese es el extremo del sangrado de un constructor", comentó.
Una de las prácticas que son más utilizadas para la corrupción en obra pública es la ampliación de obra, continuó explicando Orozco Santillán a Mural, acción en la que se aumenta el costo hasta al doble de los presupuestado inicialmente.
"Ese es el truco de la corrupción, resulta que nunca ajusta el presupuesto; con letras chiquitas se establece la viabilidad de que si no ajusta con ese concurso que ganas, entonces se hace una ampliación, esa es donde la misma ley está diseñada donde se den ese tipo de soluciones".