Por: Mariana González*
30 de agosto 2016.- El escritor Norman Manea, un rumano marcado por los campos de concentración y el exilio, fue elegido como ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2016, que se entregará el 26 de noviembre del presente año, en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que este año celebra su 30 aniversario, y tiene como invitado de honor a América Latina.
Mercedes Monmany, presidenta del jurado, consideró que “la obra inmensa” de este autor “no puede definirse por los géneros literarios tradicionales”, pero permite que la vieja Europa y el Nuevo Mundo se entrelacen “para servir de escenario a sus peregrinaciones, con un acusado sentido del humor muchas veces negro”.
El autor de 80 años de edad y nacido en Suceava, Rumania se convirtió en el primer escritor de ese país en obtener este galardón dotado con 150 mil dólares, que ha sido entregado a autores de lengua española, francesa, italiana y portuguesa.
En enlace telefónico, Manea afirmó que aprecia recibir este galardón que “viene de un mundo lejano geográfica y literalmente”, y representa “una prueba del éxito” de que su obra “ha tenido resonancia y va más allá de las fronteras”.
“También representa a lo latino, que es lo que más me interesa”, dijo el autor, quien aseguró ser “especialmente cercano” a la literatura argentina porque es “mucho más cercana a la rumana, por sus raíces europeas” y a autores como Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges, por su creatividad e imaginación.
El Rector General de la Universidad de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, afirmó que, como institución organizadora de la FIL, para esta Casa de Estudio es motivo de orgullo que, desde hace 25 años, esta premiación sea parte de la feria más importante en el mundo literario hispanoparlante.
Recordó que este premio ha sido concedido a 20 obras escritas en español, tres en portugués, una en italiano y una en francés, las cuales destacan por su creatividad, originalidad y universalidad.
“Para los autores premiados se abre la posibilidad de que el conjunto de su obra literaria sea conocida y apreciada por una mayor cantidad de lectores. Sobre todo, si consideramos que más de 796 millones de personas, en 121 países, tienen por lengua madre a lenguas romances como el español, francés, portugués, catalán, italiano o rumano”, expresó.
Agregó que “como universitarios, somos conscientes de que, para los lectores y escritores, la literatura es un espacio de encuentro donde se incentiva la imaginación y se potencia la creatividad, así como también la naturaleza humana es descrita en su diversidad y complejidad”.
El presidente de la asociación civil del premio y de la FIL, Raúl Padilla López, puntualizó que este año se recibieron 54 candidaturas provenientes de 23 países en seis lenguas: francesa, española, portuguesa, italiana, rumana y catalana.
Recordó que la FIL otorgó en 1991 el primer Premio de Literatura Iberoamericana y del Caribe – antecedente del premio FIL- al poeta chileno Nicanor Parra, y desde entonces, “año con año, celebra una vida de entrega a la palabra escrita al reconocer la trayectoria de un escritor vivo con un aporte significativo a la literatura contemporánea, tendiendo un puente entre su obra y los lectores”.
La directora general de publicaciones de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, Marina Núñez Bespalova, dijo que este premio tiene una pluralidad geográfica y estética al galardonar lo mismo a autores como Enrique Vila-Matas o a António Lobo Antunes.
“Si hay algo que ha marcado a este premio es que no ha seguido una línea, que ha dado cabida a las distintas voces, incluso a las voces que no nos son tan familiares, aunque compartamos la misma raíz románica”, afirmó.
Este año el jurado estuvo integrado por Alberto Manguel, de Argentina-Canadá; Ottmar Ette, de Alemania; João Cezar de Castro Rocha, de Brasil; Jerónimo Pizarro de Portugal –Colombia; Mercedes Monmany de España; Louis Chevaillier, de Francia y Philippe Daros de Francia.