Por: Redacción (@reversomx)
28 de febrero 2017.- El cardenal emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, insiste que el trazo de la línea 3 del Tren Ligero por debajo de la principal avenida del centro histórico fue una necedad.
En entrevista que ofreció el prelado al diario Mural, aseveró que una prueba de que la obra no debía hacerse, es que varias viviendas y edificios han resultado con daños, incluida la Catedral Metropolitana.
"El Templo del Santuario está cuarteado; la Catedral, sobre todo en la parte de atrás del altar, tiene un lugar que se le llama 'La Chocolatera', ya está apuntalada (..) Hay fisuras en las paredes de Catedral, lo mismo (el Templo) de San Francisco", aseguró el líder religioso.
Con esas declaraciones, Sandoval Iñiguez desmintió a su semejante, el cardenal José Francisco Robles Ortega, quien el domingo pasado afirmó que la Catedral no había sufrido ningún daño tras el paso de la tuneladora por Avenida Alcalde.
También el presbítero, Eduardo Gómez Becerra, encargado de la Comisión Diocesana de Arte Sacro, aseguró en el órgano informativo de la Arquidiócesis Semanario el 17 de febrero que no había daños en el recinto, e incluso consideró que las quejas de los vecinos eran un tanto exageradas.
“Nadie sabe dónde va, porque ni se siente, cuando ya pasó. Todavía va gente a dar queja de calles como Gabriela Mistral o Jesús García, cuando la tuneladora ya está en Hidalgo”.
Según Gómez Becerra los trabajos a flor de tierra son los que pudieron haber ocasionado más daños que el paso de la tuneladora “porque el hecho de golpear la calle y la banqueta, hace que la vibración sea aún más cercana con respecto a la casa, que la tuneladora, que va a 30 metros de profundidad”.
Entre las declaraciones del presbítero a su propio órgano de difusión, destaca que el supuesto de que la Catedral Metropolitana ya tiene cierto deterioro por la contaminación, por el propio transcurso del tiempo y por las vibraciones de los vehículos que a diario circulan frente al inmueble, además de agentes nocivos como lama y hierba que se pegan a la cantera.
No obstante lo anterior, Sandoval Íñiguez aseguró que ya hizo llegar su inconformidad a las autoridades y recordó que desde antes de iniciar la obra él se opuso de manera rotunda al paso del Tren Ligero por la zona.
"Qué necesidad había de arriesgar los edificios históricos de Guadalajara, porque ahí están el Santuario de Guadalajara, está el Señor de San José, está la Catedral, está San Francisco, que es el templo más antiguo de Guadalajara, y Aranzazú. Cinco edificios valiosos de carácter religioso", insistió.
Según el prelado, las fisuras que se aprecian por el lado de Avenida Hidalgo aparecieron antes de comenzaran las obras.
"No es ingeniero", le responde Aristóteles al Cardenal
El Gobernador Aristóteles Sandoval Díaz señala que el Cardenal emérito Juan Sandoval Iñiguez no tiene la experiencia ni sabe de ingeniería para afirmar que los daños en Catedral han sido provocados por la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero.
“Es falso, él no es ni ingeniero ni es técnico, además, con las autoridades que representan ahora el Arzobispado son con las que estamos hablando; tenemos toda la tecnología de manera puntual, revisando no hubo ningún daño”.
Aristóteles Sandoval dice que respeta la opinión del cardenal emérito, pero los acuerdos no le corresponden a él sino al actual Cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega.
“No puede, con su visión, afectar la vida colectiva, el desarrollo, la competitividad, la inversión, el crecimiento, la reducción de emisión de contaminantes, la reducción de accidentes, el traslado, más tiempo para las familias, es decir”.