Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo) / Polemón
5 de septiembre de 2017. El PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano (MC) registraron hoy en el Instituto Nacional Electoral un frente que llamaron hipócritamente “ciudadano”. La intención: impedir que Andrés Manuel López Obrador gane las próximas elecciones presidenciales.
El frente es parte de la estrategia que se ha planteado desde Los Pinos (léase, Enrique Peña Nieto y el PRI) para detener el ascenso constante de Morena. No es un frente, como falazmente “argumentan” quienes lo están proponiendo, para crear un espacio donde se discutan propuestas, se establezcan agendas y se cambie al régimen actual. Esas justificaciones son hipócritas, cínicas y absurdas.
El frente se crea para “medir”, para “sopesar”, para “probar” una opción electoral que pueda impedir que AMLO llegue a la presidencia. Y eso se hace en conjunto con el PRI.
Sí, el PRI es un partido que está prácticamente muerto para las próximas elecciones de 2018. El efecto Enrique Peña Nieto ha sido brutal. La corrupción que ha emanado del régimen encabezado por el mexiquense es una loza de la cual, difícilmente, se levantará el tricolor. Aún tienen esperanzas de un milagro, pero saben que ese milagro es muy poco probable.
Por eso, Enrique Peña Nieto y el PRI, en conjunto con el PAN, planearon la creación de un “frente ciudadano”, es decir, una opción que pueda, a sabiendas de que el tricolor probablemente no levantará, hacerle frente a Andrés Manuel López Obrador. A esas intenciones del PRI y del PAN se sumaron los del PRD y los de MC.
PAN
En el PAN saben que sus precandidatos no levantan. Margarita Zavala es gris y torpe. Ricardo Anaya tiene un historial, a pesar de su corta edad, muy amplio de enriquecimiento ilícito y corrupción. Tienen su voto duro, pero ése no suficiente para ganarle a Morena. Por ello, siempre en comunicación con el PRI, decidieron echar a andar un Frankenstein que una a la derecha panista con la izquierda perredista. Agregaron, además, a un partidito (MC).
La apuesta del PAN es que, a partir de esta “novedosa” coalición, puedan convertirse en una opción viable y ganar las elecciones de 2018. Ahora bien, en caso de que esa pretensión no cuaje, y en su lugar, el PRI resucite, su labor será restarle el mayor número de votos a Andrés Manuel. Es decir, harán el papel que jugaron en la pasada elección del Estado de México, solamente que ahora, en lugar de ir separados, el PAN y el PRD lo harán juntos.
Eso les permitirá al PAN, en caso de ganar el PRI en 2018, ocupar posiciones de poder y ser tratados con cariño y prebendas por un hipotético gobierno priísta.
PRD
Al PRD todo le ha salido mal. Muchos de sus cuadros se han ido a Morena. Pensaban que tendrían un candidato competitivo a la presidencia en Miguel Ángel Mancera, pero éste fue un fracaso como Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, y hoy, si lo ponen a competir, a duras penas alcanzaría el registro en las próximas elecciones. Por ello, viendo todo perdido, y con un pragmatismo digno de estudio, decidieron unirse al partido al cual, apenas hace doce años, tildaban de corrupto, ladrón de elecciones y desencadenador de una guerra cruenta en el país.
En realidad, la alianza que el PRD está haciendo con el PAN, significa la máxima decadencia del partido que nació como de izquierda hace ya casi 30 años. ¿Cómo el PRD puede unirse con un partido que tiene como herencia reciente una guerra, un robo de elecciones y dos presidentes nefastos para el país? ¿Cómo el PRD puede unirse con una directiva que está encabezada por un tipo que ha demostrado amplios niveles de corrupción? ¿Cómo puede el PRD hacer un trato a sabiendas que éste beneficiará al PRI?
El PRD está en vías de transformarse en un partido pequeño, sin presencia, con solamente las siglas, dirigido por un grupúsculo corrupto y pragmático a cuyos integrantes solamente les interesan los cargos públicos y no un cambio, una agenda, una ideología.
MC
Dante Delgado ha hecho cuentas. Y no le salen. A pesar de haber gastado millones y millones de pesos en “posicionamientos” y “estrategias digitales” para hacer de MC un partido competitivo a nivel nacional, los números no son nada halagüeños. Si van solos en la elección presidencial, pierden el registro.
Por eso, con su conocido pragmatismo, Dante decidió unirse al PAN y al PRD y beneficiar al PRI.
El único bastión que MC tiene depende de Enrique Alfaro, actual alcalde de la ciudad de Guadalajara y quien se prepara para contender por la gubernatura de Jalisco. Es la única carta fuerte que tuvo Dante para entrar a las negociaciones de la creación del frente, y por eso lo aceptaron.
El PAN nacional ha coqueteado con Alfaro, y éste ha mostrado simpatías por ese coqueteo. Por ello, una alianza formal entre MC y el PAN en Jalisco (que en realidad ya existe en la práctica) no sería descabellada. Y si a ello, se le agrega el PRD, los estrategas de MC piensan que Alfaro sería imbatible.
Una alianza así, además de significar la primera gubernatura para MC, representaría que el frente le regalaría el registro, a nivel nacional, a ese partido que de ciudadano tiene muy poco.
Electoral y contra AMLO, aunque digan lo contrario
El frente que encabezan PAN, PRD y MC se plantea “no electoral” porque “en este momento” no pueden constituirse como una coalición. Eso vendrá después. Pero que hayan ya decidido la creación del frente hasta 2024, significa que habrá una coalición, y que será en prácticamente todo el país.
El frente, aunque se plantea como un espacio para “crear agenda” y hacer un “movimiento” que cambie al régimen actual, es en realidad un espacio de reparto de candidaturas.
Pero el objetivo principal del frente es combatir a Andrés Manuel López Obrador. Es decir, ese frente es parte de la estrategia que el PRI y Enrique Peña Nieto han echado a andar junto al PAN.
Del PAN se entiende.
El PRD y MC se muestran de cuerpo entero: partidos tradicionales, sin ideología, a los cuales les importa un comino la gente, los ciudadanos. Y eso es así, aunque digan lo contrario. No les importa aliarse con el PAN y beneficir al PRI: ellos van por espacios de poder, no para cambiar al país.
Esta estrategia planeada desde el PRI, Los Pinos y el PAN la tiene presente Andrés Manuel. El domingo pasado dijo: “van a impulsar a dos candidatos [uno será del PRI, y el otro del “frente], y ninguno de los dos va a levantar. Les vamos a ganar. Aunque se junten, Morena va ganar la presidencia de la República”.