Por: Dania Palacios*
Datos de las Unidades Móviles de Salud de la Fundación Hospital Civiles de Guadalajara, revelan que la incidencia de menores de edad con insuficiencia renal es 10 veces mayor que en el resto de los municipios de Jalisco, incluyendo la Zona Metropolitana de Guadalajara, y cuatro veces más en adultos con problemas renales.
El doctor Guillermo García García, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, afirmó que la mayor parte de los 600 casos de insuficiencia renal detectados en Poncitlán tienen un daño avanzado; actualmente 35 se encuentran en terapia de reemplazo, es decir, en hemodiálisis o diálisis peritoneal, y algunos ya han recibido un transplante.
“En Jalisco, en el registro que llevamos, la prevalencia en terapia de reemplazo es de alrededor de mil 600 casos por millón de habitantes. En el Municipio de Poncitlán anda en 2 mil 500 por millón de habitantes”, detalló García García. “Esto es una contingencia epidemiológica, y si no hacemos nada, el número de pacientes que van a requerir diálisis o trasplante va ir en aumento”, subrayó.
De la búsqueda de lo que ocasiona la insuficiencia renal en esa región, se encarga el grupo multidisciplinario que encabeza el doctor Felipe Lozano Kasten, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), con el proyecto de investigación “Estudio de la enfermedad renal crónica de origen desconocido” en los 950 habitantes de la localidad de Agua Caliente.
“Hemos hecho alrededor de 400 exámenes en niños en Agua Caliente, buscando pesticidas de diferente tipo. Encontramos siete pesticidas en la orina, dos de éstos con una presencia en más de 80 por ciento de los niños. Hay un buen porcentaje de la población que está orinando pesticidas con los que tienen contacto”, mencionó Lozano Kasten.
Aunque no se tienen las causas o las vías por las que llegan los pesticidas identificados (molinato, dimetheotate, 2,4D , metoxuron, picloran y glifosato), principalmente, se encontró una alta presencia de éstos en la orina de 231 niños, que representan 24 por ciento de la población de Agua Caliente.
En colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), también se realizó una medición de partículas PM2.5 suspendidas en el aire, partículas contaminantes de diámetro más pequeño y que son las más dañinas, ya que pasan por el pulmón y llegan hasta el riñón, señaló el doctor que encabeza la investigación.
“Encontramos que las determinaciones estándar que emanan de la OMS o del gobierno mexicano, están cuatro, cinco y hasta seis veces arriba de lo que se respira en las ciudades de México, en determinadas horas”, destacó.
La investigación inició en 2016 y pretende culminar a finales de este año. Mientras tanto se continuará con la identificación de las partículas, ya que afectan de manera directa a los pacientes que habitan en la comunidad, por la desnutrición que presentan.
Con la adquisición de equipo técnico especializado, el grupo de estudiosos de la UdeG, conformado por profesores y estudiantes de posgrado de los centros universitarios de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y principalmente del CUCS, a finales de mes determinarán qué tipo de metales pesados se encuentran en la sangre de 240 individuos, así como tóxicos presentes en peces de la zona.
“Seguramente, no vamos a llegar a un solo agente causal, pero vamos a encontrar tres o cuatro cosas que producen, en el ser humano, daño renal. Van a ser múltiples efectos, pero con el sustrato de nutrición no se pueden defender”, concluyó.