Todo parece indicar que el contenedor de refrigeración con más de 150 cadáveres que fue abandonado en dos ocasiones en los municipios de Tlaquepaque y Tonalá, en Jalisco,no es el único, sino que hay un segundo, que sumaría en total unos 300 cuerpos.
Según declaró el extitular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), Luis Octavio Cotero Bernal, en entrevista con la agencia EFE, el segundo vehículo está ubicado en las instalaciones del instituto e, indicó, que entre ambos camiones refrigerantes hay hasta 300 cuerpos que el IJCF no tiene la capacidad de resguardar, debido al aumento de la violencia en los últimos tres años.
“Están en los tráileres, uno es el que se exhibió en los medios y otro nuevo que se contrató por parte de la Fiscalía porque nosotros no tenemos recursos para contratar este tipo de servicio, ni la bodega donde estuvieron. No fue de mi conocimiento, ni información”, explicó.
Cotero, quien fue destituido ayer por el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, anunció que a la fecha hay 444 cuerpos de personas fallecidas en espera de ser identificadas o inhumadasen el Servicio Médico Forense, por lo que el IJCF hizo un esfuerzo por conservar hasta 144 de ellos, mientras que los restantes fueron repartidos en ambos contenedores.
Añadió que, cuando la fiscalía vio que los cuerpos se estaban descomponiendo, “tuvo la necesidad de contratar desde hace dos años ese (primer) camión refrigerante”,que en un inicio contenía 200 cuerpos, aunque fueron siendo identificados, hasta llegar a los cien.
La caja refrigerante, que oficialmente se encontraba bajo custodia del órgano forense estatal, fue abandonada en el municipio de Tlaquepaque y después ubicada en Tlajomulco,hasta que el sábado pasado fue tomada bajo el resguardo de la Fiscalía estatal.
Cotero aseguró que él no tuvo ninguna responsabilidad en el abandono de esos cuerpos y acusó a la Fiscalía y al gobierno del estado por no hacer lo necesariopara que los cadáveres estén preservados en refrigeradores adecuados, o sean inhumados en un cementerio forense.
“Se estaba buscando un lugar decorosamente para inhumar los cuerpos una vez que se construyera un cementerio, pero a la fecha está suspendida la obra y no se tiene un lugar donde construir”, explicó.
También indicó que, mediante su destitución, “el gobierno estatal se lavó las manos” para no afrontar su obligacióny aseguró que la Fiscalía no se ha preocupado por establecer un protocolo para su trato y protección.
Según las estadísticas del IJCF, hasta julio pasado habían sido registrados 552 asesinatos, y actualmente existen unas 3 mil personas en calidad de desaparecidas.
Según publicó la agencia de noticias EFE, de junio a agosto de 2018 fueron localizados 49 cuerpos en ocho fosas clandestinas en los municipios de Tlajomulco, Tlaquepaque, El Salto, Juanacatlán y Guadalajara.
Las autoridades estatales han culpado del aumento de la violencia y el incremento de asesinatos a la rivalidad entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel Nueva Plaza.