Por: Redacción (@ReversoMX)
24 de julio de 2016.- La «Brigada para leer en libertad» es un colectivo de actores, escritores y ciudadanos en general que, desde las redes sociales, se han dado a la tarea de promover el hábito de la lectura.
Entre sus más entusiastas integrantes se encuentran la escritora Mónica Lavin, el dibujante e ilustrador gráfico Antonio Helguera, la periodista Sanjuana Martínez y el historiador y novelista Paco Ignacio Taibo II.
En Reverso somos lectores y también estamos interesados en contribuir a que la República de las Letras goce de una popularidad siempre mayor, para que nuestras lecturas o nuestros libros favoritos no sólo caigan en el ámbito de lo personal, sino que se conviertan en temas para el diálogo o pretextos para la conversación con nuestros familiares y amigos.
Es por ello que, quienes conformamos la sala de redacción en Reverso, compartimos con ustedes algunas de nuestras lecturas favoritas.
No se trata de una lista al estilo «las diez mejores» o «el Top de libros»; no, nada de eso. Son sólo algunas sugerencias que esperamos les acompañen, para entretener el tiempo o para ampliar, aún más, sus horizontes en la Galaxia Gutenberg.
EL MUNDO ALUCINANTE. UNA NOVELA DE AVENTURAS (1997), Reinaldo Arenas.
En palabras de su autor:
Esta es la vida de fray Servando Teresa de Mier, tal como fue, tal como pudo haber sido, tal como a mí me hubiese gustado que hubiera sido. Más que una novela histórica o biográfica pretende ser, simplemente, una novela
Es muy probable que por su originalidad, por su calidad narrativa, o cualquiera que sea la razón, el escritor tapatío Antonio Ortuño toma de esta obra el título de su columna en el periódico El Informador.
Así, podemos encontrar un sin fin de referencias a esta obra que, entre sus virtudes, podemos destacar el hecho de que recupera a uno de los personajes más importantes en los primeros años de nuestro país. De aquellos días en los que no había claridad sobre el rumbo que, como nación, habíamos de seguir en la recién inaugurada modernidad política.
EL FÚTBOL A SOL Y SOMBRA (1995), Eduardo Galeano
Una de las muchas historias por las que Eduardo Galeano recrea la historia del fútbol en el siglo de las masas, el siglo XX, es aquella en la que aparece, aunque sea circunstancialmente, Hugo Sánchez. Y no es porque el «pentapichichi» careciera de méritos propios para formar parte de la trama.
Al contrario, su trayectoria futbolística y los millones de simpatizantes que reconocieron en él al mejor futbolista de México y del Real Madrid en la década de los 80 y principios de los 90, fueron suficientes para que los periodistas mexicanos Epi Ibarra y Hernán Vera salvaran la vida en Sarajevo, cuando éstos daban cobertura informativa en el año de 1992 sobre la desintegración de Yugoslavia.
Al inicio del libro Eduardo Galeano apunta:
Las páginas que siguen están dedicadas a aquellos niños que una vez, hace años, se cruzaron conmigo en Calella de la Costa. Venían de jugar fútbol, y cantaban:
Ganamos, perdimos, igual nos divertimos.
LA PALABRA SAGRADA (1999), José Revueltas
Se trata de una antología de cuentos compilada y prologada por José Agustín. Sobre la obra de José Revueltas debemos decir que se ha privilegiado su narrativa literaria, en la que destaca visiblemente El luto humano, no obstante que sus ensayos políticos también gozan de un estilo único y profundamente reflexivos sobre el México que a él le tocó vivir. De aquel en el que la lucha política, desde la izquierda, había dado un giro radical en su programa de acción, algo así como una vuelta a la derecha.
En La palabra sagrada José Agustín habla del valor literario de Revueltas y, en su prólogo, señala las condiciones en las que concibió y publicó los cuentos que integran el libro. No obstante que, el mismo José Revueltas, había indicado que para referirse a toda su obra literaria, hubiera preferido el título de Los días terrenales.
Yo hubiera querido denominar a toda mi obra Los días terrenales. [...] Es prematuro hablar de eso, pero mi inclinación sería esa y esto lo recomendaría a la persona que de casualidad esté recopilando mi obra, que la recopile bajo el nombre de Los días terrenales
LA CÁMARA SANGRIENTA (1979), Angela Carter
Publicada originalmente en 1979 bajo el título The Bloody Chamber, es una colección de diez cuentos con la capacidad de maravillarnos y llevarnos a la reflexión. Su autora, Angela Carter, ha afirmado que se sentía impelida a escribir
«cuentos góticos, cuentos crueles, cuentos de terror, narrativas fabulosas que tratan directamente del imaginario inconsciente»
El resultado, una serie de relatos en los que ahonda en temas como el feminismo y la metamorfosis, con un énfasis especial en los roles de las mujeres en las relaciones, en los aspectos inmorales y perversos del matrimonio y el sexo, y en el equilibrio de poder en esas relaciones.
En 2014, la editorial Sexto Piso lanzó una nueva edición de esta obra que, como novedad, incluye varias ilustraciones de Alejandra Acosta. Lo que da como resultado un libro ampliamente recomendable.
MUERTES DE AURORA (1980), Gerardo de la Torre
Uno de nuestros favoritos de Ediciones Arlequín es, sin ninguna duda, Muertes de Aurora. Le edición de la editorial tapatía es del año 2006, por la que obtuvo el Premio Caniem 2007 al Arte Editorial, en el género de libros de literatura: narrativa. Sin embargo, este libro fue publicado inicialmente en 1980 por Ediciones de Cultura Popular, le siguieron nuevas ediciones en 1991 y en 1997 por parte de la UNAM y el Fondo Regional para la Cultura y las Artes (Centro), respectivamente.
Esta es, probablemente, una de las mejores ficciones que se han construido en torno al Movimiento Estudiantil de 1968 en México, su protagonista, atormentado por el desenlace de los movimientos obreros y por su militancia, deambula por las calles de la ciudad de México mientras los acontecimientos de Tlatelolco comienzan a perfilarse:
El verdadero peso de la soledad se percibe cuando circulas entre una multitud y no encuentras a los tuyos. Observas rostros alegres o cavilosos, rostros duros, indescifrables, bellos rostros de muchachas que se han dibujado con lápiz labial una estrella roja en la frente, pero ninguno de aquellos rostros te dice nada, ninguno refleja o devuelve tu mirada estremecida, inquieta
FIESTA EN LA MADRIGUERA (2010), Juan Pablo Villalobos
Se trata de la primera novela del autor tapatío, con raíces en Lagos de Moreno, Juan Pablo Villalobos. Desde su aparición, este libro ha merecido una crítica favorable y ha sido traducido a varios idiomas.
En él, una voz infantil, a través de metáforas y otros recursos de estilo, nos describe los derroteros de un mundo del que, en realidad, poco se sabe. Sin embargo, se trata de un relato verosímil en el que los personajes, y las situaciones en la que se involucran, nos resultan sumamente familiares, acaso cercanos. La intención de resaltar las raíces alteñas del autor radica en el hecho de que, para los iniciados en el paisaje de Lagos de Moreno, encontrarán en este relato una serie de lugares propios de esta ciudad.
El chiste que más me gustó fue el de unos policías mexicanos que hacían que un hipopótamo confesara que era un conejo. No era un hipopótamo enano de Liberia, sólo un hipopótamo normal. Se trataba de un concurso entre las policías del FBI del país Estados Unidos, de la KGB del país Rusia y de los judiciales de México para ver quién encontraba primero en un bosque a un conejo rosa. Al final los judiciales llegaban con un hipopótamo pintado de rosa diciendo:
–Soy un conejo, soy un conejo
EL AMASIATO (2016), Álvaro Delgado
En política, pocas veces tenemos la oportunidad de conocer los pormenores de los tratos y el tipo de relaciones que ocurren entre quienes toman decisiones u ostentan el poder político en México.
Es ahí, en ese lugar de sombras, en el que el periodista Álvaro Delgado se adentra para denunciar y demostrar que los acontecimientos que dan forma al sistema político mexicano no son fortuitos. Por el contrario, son producto de una compleja red de complicidades por las que se pretende el control de las Instituciones políticas que dan forma al aparato de Estado mexicano.
El miedo a la victoria de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la izquierda, los convocaba. El priísta Roberto Madrazo iba en picada y Peña Nieto –con apenas diez meses como gobernador, pero ya diseñada su futura candidatura presidencial– se unió a Calderón. [...]
“Ahí se definió la Presidencia de la República”, se ufana Ulises Ramírez cuando narra este episodio histórico, reservado desde entonces a ese pequeño grupo de políticos, a quienes Peña y Calderón ordenaron mantener en secreto para siempre
RESCOLDO (1961), Antonio Estrada
Se dice que Juan Rulfo se refirió a Rescoldo como «una de las cinco mejores novelas mexicanas». La trama rescata la experiencia de los combatientes cristeros que, luego de los arreglos entre la Iglesia católica y el Estado mexicano, fueron abandonados a su suerte. La persecución de la que fueron objeto les condujo a un nuevo alzamiento, en el que incluso el nombre de cristeros les fue negado, para ser conocidos solamente como los alzados de la segunda.
La novela emplea un lenguaje campirano casi inexpugnable para un público contemporáneo, sobre todo aquel alejado de las cuestiones del campo y de su universo discursivo que tanto ha dado a las letras mexicanas.
Afortunada y desafortunadamente la obra fue editada por Salvador Abascal, líder histórico del sinarquismo y editor, por muchos años, en la editorial JUS. Su labor como editor fue afortunada debido al glosario que incluyó en la novela, que permite al novel lector saber que «sacalasúchil» es el término por el que se refieren, en la sierra de Jalisco y Durango, a una flor, muy aromática, que florece en mayo. Su labor fue desafortunada debido que en aras de la corrección política, sustituyó palabras como «cabrones» por «carbones». Así, la muy mexicana «hijos de la chingada» aparece como «hijos de la tiznada».
–Fíjate cómo está colorado el cielo, hijo. Allá por el lado del Toro... Mira, allá a un ladito de Picacho del Oso. Mira cómo por abajito corre el humo prieto, y por encima caracolea el blanco. Ahora por acá, mira, El Toronjo y el Pinacate se apartan. El Frijol se aquerenció con la cuatezona de Frumencio... Allá también la mula Capulina, por el cuamil de chicalotes floreando
