Por: Redacción (@reversomx)
El vocero de comunicación social del Gobierno de Jalisco, Gonzalo Sánchez García, tiene un mensaje para la población que se opone a un aumento a la tarifa del pasaje de la recién creada ruta-empresa en el corredor Artesanos a 9 pesos: qué se aprieten el cinturón.
“Parte de ser sensibles es hablarle a la gente con la verdad, cómo deben ser las cosas, completamente de frente; no hay posibilidad de la transformación del transporte público si no nos apretamos el cinturón y pagamos un poco más de lo que se paga hoy, no hay posibilidad, no es costeable (pagar menos)”, declaró este jueves el funcionario, quien además reconoció que la ruta-empresa aún no opera a cabalidad.
Sánchez, quien se hace llamar así mismo “consultor” y “estratega” en comunicación, aseguró que el Gobierno de Jalisco no dispone de recursos para subsidiar el aumento al pasaje, y tampoco puede pedirle al Gobierno Federal un partida para ello.
Lo cierto, es que a cuatro meses de entrar en operaciones, la ruta-empresa está muy lejos de convertirse en el modelo de transporte público que se había propuesto el Gobierno del Estado. Por el contrario, los transportistas advierten ya de una quiebra financiera por evasión del pago de pasajes y pésimos manejos de la empresa TISA (Tarjetas Integrales S.A.), la cual gestiona el dinero que recauda esta línea troncal, y a la que el mismo Aristóteles Sandoval, destinó este año 26 millones de pesos para elaborar y distribuir los transvales entre estudiantes, personas con discapacidad y adultos mayores.
Ruta empresa de avenida Artesanos. Foto: Abraham Aréchiga/UdeG
La nueva tarifa entrará en vigor el próximo domingo, convirtiéndose así en la primera ruta de la Zona Metropolitana de Guadalajara que cobra 9 pesos, sin haber cumplido con los estándares de calidad que los mismos concesionarios se fijaron como meta, pues las quejas de los usuarios son frecuentes.
Por lo pronto, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) que encabeza Jesús Medina Varela, y el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Jalisco, han formado un frente para pedirle al gobernador que detenga el incremento. Medina Varela ha destacado que la ruta-empresa no tiene interconectividad con ningún otro servicio de transporte público como el Tren Ligero o Macrobús, y eso redundará en un mayor gasto para los usuarios.
En redes sociales como Facebook, las quejas están a la orden del día, y algunos internautas advierten que si el gobernador logra imponer la tarifa, muy pronto se sumará el Tren Ligero, el Macrobús, las 18 rutas de las líneas troncales y sus rutas alimentadoras, así como los midibuses y las llamadas líneas premier (que cobran 12 pesos) antes de que culmine este sexenio.
Según la nómina del Gobierno del Estado, en la primera quincena de este mes de septiembre, Gonzalo Sánchez tuvo una percepción salarial de 46 mil 980 pesos. Su sueldo mensual bruto asciende a 93 mil 960 pesos.
Gonzalo Sánchez García, vocero de Aristóteles Sandoval. Foto: Especial
Gonzalo Sánchez no es el único que disfruta de una dieta del erario público, también su hermano, Carlos Iván Sánchez García, lo hace como Jefe del Departamento de Difusión Social del Consejo de la Judicatura, donde ha tenido un papel sumamente gris y desapercibido, pues de acuerdo a algunos reporteros se desentiende de las peticiones que le han hecho para entrevistar a los magistrados.
De acuerdo con un reportaje del portal Reporte Índigo, Carlos Iván coincidió con su hermano en el Ayuntamiento de Guadalajara durante la administración del gobernador, Aristóteles Sandoval. Ocupó una plaza en la Unidad de Transparencia de Guadalajara y en aquel entonces (2013) fue acusado de cometer actos de proselitismo a favor del mandatario (quien ya aspiraba a la gubernatura) en horarios de trabajo.
Gonzalo fue asesor del entonces alcalde, con un sueldo mensual de 35 mil pesos, en tanto que Carlos Iván aparece en la nómina del Consejo de la Judicatura con un sueldo bruto mensual de 56 mil 51 pesos.
Además, según la revista Proceso, Gonzalo Sánchez fue parte del ‘Cuarto de Guerra’, llamado así para planificar la estrategia que buscaba cortar las aspiraciones de Enrique Alfaro Ramírez a la presidencia municipal de Guadalajara mediante tácticas de difamación.
