El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, John Ackerman, impartirá una conferencia magistral el próximo miércoles 18 de octubre en el auditorio Carlos Ramírez Ladewig del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). La charla lleva por título: “Los peligros de la privatización de la política y el engaño de los independientes” y comenzará a las 12:00 hrs.
John Ackerman se ha especializado en temáticas que tienen que ver con democracia, procesos electorales, políticas públicas, transparencia, sociedad civil, combate a la corrupción, etcétera. Sus columnas quincenales en el diario La Jornada y en la revista Proceso son de las más leídas en el país, y en ellas discute la actualidad política.
Pero su voz no solamente se escucha en México: a nivel internacional, John Ackerman es considerado una autoridad para hablar sobre la situación que vive nuestra nación. De ello dan cuenta sus colaboraciones en medios de comunicación internacional como The New York Times, The Atlantic, The Guardian, Le Monde, Financial Times, etcétera.
Ackerman es uno de esos casos raros en la academia mexicana, y es que, además de ser un probado investigador (y ello es indiscutible, ya que a su corta edad pertenece al Sistema Nacional de Investigador, nivel III) que está activo en coloquios, conferencias y demás actividades en universidades nacionales y extranjeras, John también es un referente mediático para explicar la situación del país. Es decir, combina tanto la academia como el periodismo, y ello es algo que poca gente realiza.
Los "independientes", el tema de la conferencia
El 24 de septiembre pasado, John Ackerman publicó en la revista Proceso el artículo “El remedio Kumamoto, peor que la enfermedad”. Ahí explica y critica la iniciativa del (hoy ex) diputado independiente de Jalisco Pedro Kumamoto, la cual pretende reducir el gasto público a los partidos políticos. Este artículo dio la vuelta a la red y se compartió miles de veces.
Hasta antes del artículo de John Ackeramn, buena parte de la ciudadanía celebraba la aprobación en Jalisco de la ley Kumamoto, aduciendo que con ella los partidos políticos “corruptos” serían castigados y que la ciudadanía tendría verdaderamente el poder. Estos argumentos se repitieron hasta el cansancio, apoyados por las líneas discursivas de los adeptos a Kumamoto. La aprobación de la ley fue vista como “un triunfo” ciudadano en contra de los malos: de los corruptos y cínicos partidos políticos.
La explicación de Ackerman en dicho texto es simple y a la vez compleja. Comienza estableciendo una verdad que es innegable: “La enfermedad es evidente y a los ojos de todos. Cada año México derrocha enormes cantidades de recursos públicos en los partidos políticos y las instituciones electorales”. Sin embargo, la apreciación que hace Ackerman sobre la ley presentada por Kumamoto es diametralmente opuesta a la que hicieron sus impulsores.
El investigador de la UNAM menciona que con dicha ley, en lugar de promover que la gente vote y se interese por las elecciones y, por ende, por la democracia, la población se va a alejar de las urnas. Es decir, dicha iniciativa en lugar de ayudar a que la gente vote, hará lo contrario.
Ackerman pone en duda la esencia que pretendieron Kumamoto y sus asesores darle a la iniciativa: el duro “golpe” económico a los partidos políticos “corruptos”. Ackerman menciona que no será así para todos, pues los partidos políticos más corruptos prácticamente son entes que se financian vía instancias privadas, corrupción e incluso por el crimen organizado. A quienes sí afectará de forma bastante fuerte será a los partidos que sí se preocupan por estar cercanos a la gente y también a los candidatos independientes que no tienen vínculos con poderosos.
Y esto lo deja muy claro Ackerman: “la reducción en el financiamiento público favorecerá directamente a los partidos más corruptos. Los partidos del mal llamado Pacto por México no sufrirán mayores consecuencias porque ya reciben ilegalmente una gran parte de su financiamiento del sector privado, o incluso del crimen organizado”.
En el texto, Ackerman no solamente enuncia los problemas de la iniciativa de Pedro Kumamoto, sino que también especifica posibles soluciones al problema.
Indica: “El verdadero remedio al problema del derroche electoral sería una reducción directa al financiamiento público, sin la perversa vinculación con la tasa de participación electoral. Pero esta reforma no funcionará si no viene acompañada también de una correspondiente reducción en los gastos en materia electoral, una prohibición absoluta de recibir cualquier financiamiento privado y una plena ciudadanización de las autoridades electorales. En otras palabras, hay que establecer un verdadero sistema democrático en que la difusión de los mensajes y las propuestas de los candidatos no tengan ninguna relación con el tamaño de sus carteras y donde los ciudadanos puedan emitir sus sufragios de manera libre y secreta”.
Por eso, que John Ackerman venga a Jalisco (de donde nació la iniciativa de #SinVotoNoHayDinero) y hable de la privatización de la política y de las candidaturas independientes, es un hecho muy importante para continuar con las reflexiones acera de lo que pasa en nuestro país y en nuestra entidad.
La cita, pues, está hecha: el miércoles 18 de Octubre, a las 12:00 hrs., en el auditorio Carlos Ramírez Ladewig del CUCSH de la Universidad de Guadalajara. Sí, allá por la Normal.