Inundaciones en Alcalde Barranquitas

Parque Alcalde, la nueva cisterna de aguas negras

Por: Nivia Cervantes

19 de julio de 2018.- El actual temporal de lluvias ha desnudado a las autoridades locales, estatales y federales, que no tomaron las debidas precauciones para proteger a los habitantes de la Colonia Alcalde Barranquitas, que están padeciendo las obras del Tren Ligero las cuales desvían los escurrimientos de agua inundando calles y casas. 

“Cuando intenté salir llegó el agua, pero mi coche, un Tsuru sedán blanco, quedó atrapado, era más de metro y medio. Yo iba con mi esposa y me bebé de siete meses. El coche ya no pudo andar. Desesperados, bajamos los vidrios que se atoraban con el agua y salimos por las ventanas. Nadamos en el agua del caño, agua sucia que se había desbordado de los registros”.

Es el relato de su madre uno de los afectados por “la negligencia de las autoridades en la construcción de la Línea Tres del Tren Ligero y de los estragos ocasionados por la lluvia que azotó el pasado miércoles 27 de junio en la colonia Alcalde Barranquitas de Guadalajara.

La construcción de la Línea Tres inició el 7 de agosto de 2014, como parte del proyecto de infraestructura anunciado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, uno de cinco compromisos establecidos al inicio de su gestión en materia de transporte ferroviario.

Inundaciones en Alcalde Barranquitas

 

Así, las excavaciones motivaron modificar el trazo y las conexiones del drenaje, explica el doctor Arturo Gleason Espíndola, miembro de la Asociación Internacional de Captación de Aguas Pluviales, con sede en Nueva Delhi, India, tras realizar un recorrido con Punto Rojo en la zona.

“Taponearon el colector para tener libre el área de trabajo y desvían el agua del drenaje, y con tantos ángulos dilatan la circulación, viene la lluvia y resulta insuficiente. El taponeamiento del colector de Normalistas para la obra de construcción de la Línea Tres del Tren Ligero es lo que ocasiona la inundación en la zona, se desvía un colector que obstruía la obra de la Línea Tres a la altura de avenida de Los Maestros y Alcalde.

“En el afán de construirlo olvidan las obras complementarias; es una mexicanada. El riesgo es que si no lo hacen bien, va a condenar a la zona a más inundaciones y a fétidos olores”, advierte el especialista.

Arturo Gleason con vecinos de Alcalde Barranquitas

Arturo Gleason con vecinos de Alcalde Barranquitas

Durante dos se visitó la zona y a algunas de las familias afectadas, la zona de las inundaciones y de la construcción de la Línea Tres pudiendo constatar cómo el Parque Rehilete Alcalde, al que recientemente se le invirtió una cantidad millonaria de recursos, quedó convertido en una cloaca.

Para evitar que las aguas negras vertidas en el parque retornen a las casas, instalaron una serie de costales con arena como barrera de retención.

El parque Rehilete Alcalde, que es parte de este panorama, de ser un ícono de la perla tapatía, está convertido en el caño de la colonia porque el agua que extraen de los drenajes con más de 12 bombas está siendo vertida en sus jardines.

Los vecinos lamentan que este lugar, que ha sido no sólo su vecino, sino un pulmón para la colonia y para Guadalajara, esté haciendo funciones de caño; sin embargo, reconocen: “era el parque o nosotros, y la verdad la prioridad somos nosotros y nuestras familias”, explican.

Arturo Gleason y Nivia Cervantes en Alcalde Barranquitas

Arturo Gleason en Alcalde Barranquitas

Sin planeación

El doctor Gleason Espíndola señala: “por lo que vimos, hicieron el proyecto sin planear, sin mucho conocimiento y sin prever, por eso lo único que les queda es usar al parque de vaso regulador, guardar un rato ahí las aguas negras, usarlo como cisterna y esperar a que salga la demás agua; es una obra improvisada para bajar un poco la inundación”.

Como el drenaje sigue taponeado para que continúen las obras de la Línea Tres, a juicio de los vecinos el riesgo de inundación persiste.

Esto ocurre a uno y medio kilómetros de la Catedral de Guadalajara y a casi tres de la avenida Fray Antonio Alcalde, por donde correrá el Tren Ligero.

Casas inundadas en Alcalde Barranquitas en Guadalajara

El drama ocasionado por esas “mexicanadas” lo viven al menos 40 familias, como relata Édgar, quien tiene su domicilio en la calle Pedro Loza.

“Tuvimos miedo, pánico, tristeza e impotencia; llegamos a temer por nuestra integridad y por nuestra vida. En un dos por tres vimos cómo nuestro patrimonio, hecho con el esfuerzo de tantos años, se echaba a perder”, relata con voz entrecortada mientras recuerda cómo esa noche, en un lapso de 15 minutos el nivel del agua subió a un metro con 50 centímetros; luego, a los 20 minutos subió hasta 1.90 “aquí afuera; adentro llegó a 1.70 por dos horas y media. No podíamos salir, las puertas por la misma presión del agua se atrancaron y quedamos aquí atrapados, encerrados hasta después de que paró la lluvia y se fue el agua”.

Las obras del Tren Ligero nos echan a perder nuestra tranquilidad y nuestro patrimonio, ponen incluso nuestras vidas en riesgo. Son tantos sentimientos”. Las autoridades les dijeron que eso no se va a acabar: “nos vamos a seguir inundando hasta que se vaya el temporal de lluvias y se acaben las obras del Tren Ligero”.

En las calles con mayor problemática han instalado más de doce bombas para succionar el agua. Los afectados piden una solución de fondo: “no que nos llenen de costales y nos llenen de bombas”.

“Queremos la solución. Queremos confiar en su palabra, pero estamos muy desgastados, no les creemos, estamos enfadados de que se la vivan en promesas. Queremos confiar en que el 16 de agosto terminarán y se acabará el riesgo para nosotros”.

Los vecinos afectados se manifestaron el 30 de junio en la calle Jesús García. Las autoridades les prometieron acabar con las obras y con el riesgo para el 16 de agosto de este año.

Arturo Gleason en Alcalde Barranquitas

Hablan los vecinos

Leticia, señora de la tercera edad, también vecina de la zona, se conforma al condolerse de sus otros vecinos, a quienes, asevera, “les fue peor”, ya que su casa nada más tuvo asentamiento de unos centímetros, que la construcción está llena de grietas y que le dijeron las autoridades que “pronto van a venir a arreglarla”, pero se pregunta: ¿para qué la reparan ahora si van a seguir con los trabajos?

Don Gerardo Vázquez, quien trabaja en una carpintería que tiene más de 70 años en el lugar, dice que en todo ese tiempo “nunca había pasado algo así, hasta hace tres o cuatro años que empezaron los trabajos del Tren Ligero”.

Igual que otros vecinos, don Gerardo atribuye las fallas a los “trabajos malhechos” de la obra de la Línea Tres del Tren Ligero. “Dicen que desde que empezaron las excavaciones del Tren Ligero nos inundamos; empezaron a hacer excavaciones, taponearon el drenaje y lo empezaron a desviar, pero encontraron tres veneros, los quisieron juntar pero no pudieron, llega el tiempo del agua y los drenajes se desbordan, luego se va el agua y queda la suciedad”.

Explica que han cambiado al menos cuatro veces de ingeniero de obra y de empresa responsable, pero “son españoles que por buenos que sean no conocen las condiciones meteorológicas ni hídricas de Guadalajara”.

Los vecinos perjudicados en Alcalde Barranquitas coinciden en que desde que empezó la obra de la Línea Tres, cada que llueve están con el “Jesús en la boca, esperando lo peor”.

Convivir con aguas negras y contaminación representa un foco de infección. Hubo personas que salieron nadando entre la suciedad de las aguas del drenaje, y a esto se suma el peligro que implica que “una de las bombas trabaja con energía eléctrica y pudo electrocutarse alguien”, señala uno de los representantes de los afectados en Alcalde Barranquitas, Eduardo Velázquez Mora.

Todo el día se percibe olor a caño, a suciedad; la presencia de moscas es inevitable, es molesta, contaminante, perturba a la población, pero forma parte ya de su entorno. Es contaminación de todo tipo, se quejan los vecinos.

El riesgo es mayor para la gente que vive en las calles Santa Mónica y Pedro Loza, parte baja de la colonia y a poco menos de dos kilómetros de Palacio de Gobierno y a uno y medio del Ayuntamiento tapatío; en general, los vecinos de esa colonia están expuestos a contaminación en todos los sentidos.

Son alrededor de 40 las familias perjudicadas, dice Eduardo Velázquez. “Unas están peores que otras. Las del lado de Santa Mónica y Pedro Loza presentan daño estructural debido a los embates de la construcción de la Línea Tres del Tren Ligero, y hay unas que están apuntaladas, y ahora más, humedeciéndose con tanta agua de caño; las otras son a las que se les metió el agua sucia y las familias perdieron sus muebles”.

Casas inundadas en Alcalde Barranquitas

Los vecinos señalan que en esa parte hay socavones bajo la tierra y que en el caso de las casas de la calle Liceo, el sistema de drenaje ya está muy maltratado. “Si llegan desviando el flujo del drenaje, tiene que colapsar y ahorita tenemos problema de socavones por debajo de la calle, en tres calles alrededor de la obra, pero Siteur dice que no está en su perímetro y que por lo tanto no es su responsabilidad”.

Los efectos de la obra lastiman a los ciudadanos y dejan ver la falta de profesionalismo Las autoridades les ofrecieron dejar sus casas y, mientras pasa el temporal, hospedarlos en un hotel de la ciudad para evitar mayores riesgos.

Con los testimonios de la población queda claro que no hay compromiso de las autoridades, que ya están rebasadas para resolverlo, lamenta el doctor Gleason Espíndola, también miembro del Consejo Mundial de Colaboración para el Abasto y Saneamiento del Agua, organismo de la ONU, con sede en Berna, Suiza.

Dice que “se trata de una ingeniería que responde más a intereses políticos y económicos que a los de la ciudadanía. Esa obra está fuera de todo compromiso social”.

Exhorta a la autoridad a trabajar con profesionalismo y rigor técnico; es lo que se requiere, “que tomen en cuenta que ya están afectando la integridad y poniendo en riesgo la vida de muchas personas”.

Obras de la línea tres del tren ligero en Guadalajara

Obras de la línea tres del tren ligero en Guadalajara

Mientras tanto, la presidente de colonos, la doctora Adela Chavoya, acudió a la Ciudad de México para entregar ante autoridades federales un pliego petitorio en el que exigen “declarar zona de emergencia humanitaria, después de tres años de inundaciones y las respuestas insuficientes que nos han dado, que se declare de la empresa Tuneladora y de SCT, el daño que nos han provocado, tanto al subsuelo como a nuestras casas, a nuestras vidas y a nuestros bienes. También pedimos la creación de un Consejo técnico que busque soluciones”.

Gleason asegura que la problemática todavía tendría solución, siempre y cuando se trabaje con las herramientas, estudios y experiencia adecuados, con ello “se puede hacer algo bien fundamentado”.