Por: Jorge Covarrubias (@vivalitos) y César Octavio Huerta (@zorrotapatio)
24 de enero 2017.- La parte baja del Mercado Corona es un manantial. El agua no para de escurrir por las paredes de los pisos 3 y 4 del estacionamiento, los de mayor profundidad, que se encuentran cerrados al público, un problema que los concesionarios, Afronta Grupo México, no han podido resolver.
Los muros están completamente húmedos y en algunos puntos el recubrimiento se desprende con sólo tocarlo.
Lo que existe de fondo es un riesgo latente de que los muros del estacionamiento sufran un desplazamiento debido a la imparable filtración de agua, compuestos de unas láminas de acero denominadas tablestacas que de separarse unos 2 ó 3 centímetros meterían en líos a todo el edificio.
El arquitecto de la Universidad de Guadalajara, Jorge Fernández Acosta, es quien argumenta este riesgo, al considerar que el procedimiento mediante el cual se colocaron las tablestacas fue totalmente erróneo y se encuentran en contacto permanente con las filtraciones de agua.
“Hemos dicho que debieron haber anclado y después colocar las tablestacas y no al revés. El riesgo latente está en ese procedimiento inadecuado ya que están en contacto con el agua y al corroerse pierden su capacidad de resistencia”, advierte.
El mercado “es una bomba de tiempo”, agrega, porque en cualquier momento podría colapsar debido a que las filtraciones de agua no se han resuelto, o un sismo de gran magnitud provocaría su desplazamiento.
Esta situación tiene muy preocupados a un grupo de locatarios representados por Luciano González, quien este lunes actuó como guía frente a un grupo de reporteros a los que mostró los escurrimientos de la parte subterránea del mercado, uno de los cuales se esconde detrás de un follaje falso colocado ex profeso.
El constante flujo de agua se canaliza a través de dos cárcamos para enviarse al drenaje, señala Luciano, uno de los cuales se ubica en el cruce de la calle Santa Mónica y avenida Hidalgo, y otro por la calle de Zaragoza.
Lo que le parece insólito es que por un lado esa agua se tire, y por el otro que los administradores del mercado soliciten con frecuencia pipas de agua para abastecer a los locatarios.
En el nivel 4, uno de los extractores de agua está sostenido por un tronco de madera y se aprecia una inclinación en el suelo respecto a los otros niveles del estacionamiento. El líder de los locatarios señala que esto se debe a que la constructora colocó un piso falso para encubrir las infiltraciones de agua que también escurren por la superficie.
El Mercado Corona se incendió el 4 de 2014 durante la administración municipal del priísta Ramiro Hernández García, quien ordenó edificar uno nuevo, el actual, con las deficiencias que se conocen públicamente.
El 1 de octubre del 2015, día en que tomó el mando del Ayuntamiento de Guadalajara, el Alcalde Enrique Alfaro dio un recorrido por las instalaciones del Mercado Corona y tras constatar diversas anomalías de la construcción, refirió que el inmueble se recibiría por parte del municipio hasta que Grupo Afronta México solucionara las filtraciones de agua en el sótano, entre otros puntos.
Pero la constructora y concesionaria recibió un permiso provisional, otorgado por el Ayuntamiento de Guadalajara, mismo que vence el próximo 3 de febrero, el cual sólo autoriza el uso de tres niveles del estacionamiento, excluyendo el cuarto, el de las mayores afectaciones.
El recorrido de este lunes, hecho por reporteros de diversos medios, surgió a raíz de que empleados de Afronta y elementos de la Policía de Guadalajara retuvieran a la periodista Martha Hernández Fuentes, del diario NTR, quien el viernes acudió al mismo lugar buscando documentar el estado del estacionamiento subterráneo del Mercado Corona.
Afronta niega riesgos
A pesar del evidente escurrimiento de agua en los muros y superficie de los últimos niveles del estacionamiento subterráneo, los administradores niegan que exista un riesgo latente.
Por el contrario, dice el gerente del edificio, Inoel Chávez, que Afronta Grupo México ha cumplido con todas las medidas de seguridad solicitadas por el municipio de Guadalajara.
“Hubo condiciones y las primeras de ellas fueron las de protección civil, cumplir con todos los requerimientos; te hablo de extintores, te hablo que no hubiera, no sé, anteriormente no estaba yo, pero había orificios, todavía estaba parte de la construcción inconclusa, por eso es que no estaba operando (los últimos niveles del estacionamiento)”, aseguró.
El ejecutivo apareció aproximadamente 20 minutos después de que los reporteros comenzaron con el recorrido bajo la guía del líder de los comerciantes.
Personal de seguridad del inmueble le avisó de la presencia de los periodistas, sin embargo esta vez no se ordenó la intervención de policías municipales, como el viernes con la reportera.
Inoel Chávez admitió que no conoce de cuestiones técnicas relacionadas con la construcción del edificio, sin embargo defendió a la empresa en todo momento.
-¿Con el escurrimiento no se dañan los muros?
-No, es parte de la misma canalización. Si tú puedes ver, lo que es debajo del piso, hay unas láminas de canales, de grietas que canalizan esa agua.
También precisó que la inclinación del nivel 4 del estacionamiento subterráneo se diseñó a propósito para conducir el agua que corre por la superficie.
-¿No hay mala planeación?
-No, para nada, para poder canalizar el agua tenemos que llevar una pendiente, entonces de ahí las diferencias.
Aseguró que la constructora tiene un proyecto para canalizar toda el agua que se filtra hacia una cisterna, y de ahí, distribuirla a todo el edificio para el aprovechamiento de los locatarios.
Grupo Afronta México aún no obtiene el permiso definitivo para operar el inmueble. Entre la documentación que les hace falta entregar se encuentra la autorización del uso de suelo.
Lo anterior no es impedimento para que puedan cobrar 17 pesos la hora por carro estacionado.