Por: Mariana González*
La situación de la pederastia clerical en México es grave, pues hay un encubrimiento por parte de las autoridades eclesiales y de las instituciones que imparten justicia en el país, afirmó el investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, doctor Elio Masferrer Kan, quien participó como invitado en un foro acerca de este tema, realizado la semana pasada en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Previo a su conferencia, el especialista dijo que es bien sabido que México fue refugio de sacerdotes pederastas acusados en otros países, que acá siguieron en funciones.
“Creo que es muy grave la situación en México, pero las autoridades eclesiásticas no lo van a abordar porque entrarían ahora en la figura de la negligencia, porque no hicieron nada, porque no quisieron hacer nada y porque tenían instrucciones de la curia romana de no hacer nada”, dijo.
Advirtió que los sacerdotes son ciudadanos y, por lo tanto, deberían estar sujetos a la ley, “pero, en general, el aparato judicial es muy tímido para iniciarle investigaciones a un sacerdote, y tratan de evitarlo”.
Masferrer Kan, miembro de la Red Nacional de Investigadores sobre Religión, Sociedad y Política, señaló que este problema tiene que ver con la estructura de la iglesia católica y se agrava más con la crisis de vocaciones, pues hay sólo doce mil obispos, cuyo promedio de edad es de 60 años.
En su charla en el foro “Pederastia. ¿Un secreto a voces?”, organizado por el CUCSH, el investigador aseguró que la iglesia católica antepone su prestigio a la víctima e incluso, quien denuncia un caso de abuso es estigmatizado, y hasta corre el riesgo de ser excomulgado.
Refirió que la iglesia no habla de estos casos no sólo por su interés de no perder su prestigio y benefactores, sino por evitar las indemnizaciones a las que tienen derecho las víctimas.
El coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Violencia del CUCSH, doctor David Coronado, dio a conocer un estudio en el que analizaron algunas denuncias de pederastia clerical en tres estados de la república y en el que, dijo, se encontraron más casos de los que pensaban, pues el tema es muy conocido entre los mismos feligreses de las iglesias.
En la investigación el académico realizó 491 entrevistas, además de localizar a algunas de las víctimas, una tarea que en ocasiones fue complicada, pues muchos de ellos no quieren hablar del tema, o simplemente desaparecieron. Otros más abandonaron la fe católica y se involucraron en otra religión.
*Nota publicada originalmente en la Coordinación General de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara