Enrique Alfaro señala a Raúl Padilla

Pronunciamiento por la dignidad y el respeto a Tlajomulco

A las y los Jaliscienses:

La esencia de un gobierno de izquierda genuinamente democrático es responderles únicamente a sus ciudadanos, por encima de cualquier chantaje, capricho, manipulación o amenaza. Un gobierno responsable, escucha y responde a los intereses y demandas de sus habitantes, al tiempo que reconoce el irrenunciable derecho del pueblo a demandar explicaciones sobre las decisiones políticas que impactan la vida pública.

Desde el día que asumí la Presidencia Municipal de Tlajomulco dejé muy en claro que las mezquindades y la politiquería no debían cegar ni obstruir la acción del gobierno, y me comprometí a que pondría todo mi empeño y determinación para vencer cualquier obstáculo que intentara regatearme la honrosa oportunidad de gobernar Tlajomulco y de construir, junto con sus habitantes, una nueva historia.

Por ello, en un acto de congruencia y responsabilidad me siento moralmente obligado a denunciar públicamente los intentos recurrentes de abuso y atropello sobre el pueblo de Tlajomulco y su gobierno en los últimos meses, por parte de un personaje que en su inagotable ambición de poder y privilegios, hoy por hoy es un obstáculo para el desarrollo democrático de Tlajomulco y del estado de Jalisco.

Ese personaje lleva como nombre Raúl Padilla López y actúa, como lo hacen los llamados “poderes fácticos” en este país, a través de esquemas de presión, manipulación y chantaje, propios de una generación premoderna que sigue pensando que las instituciones públicas son parte de su patrimonio y que el poder político no es para servir, sino para servirse.

En las últimas dos décadas, los jaliscienses han sido testigos de los afanes de poder de Raúl Padilla López. Su modus operandi ha consistido en intentar cercar y secuestrar a varias organizaciones e instituciones públicas locales, incrustando a sus incondicionales en posiciones estratégicas de control político y financiero. Bajo el velo de de la promoción cultural y la renovación académica, Raúl Padilla López ha construido redes de complicidad para intentar convertirse en factor de decisión de la vida pública de Jalisco.

Lamentablemente, Tlajomulco y su Gobierno no han sido ajenos a los intentos de secuestro por parte de Raúl Padilla López. Poco antes del inicio de las campañas electorales y hasta el día de hoy, Raúl Padilla no ha cesado en su pretensión de manipular y controlar al municipio, poniendo en riesgo la operación del gobierno.

El recuento de los intentos por agraviar y chantajear a Tlajomulco es tan absurdo como ilustrativo:

1) Una vez que constató las posibilidades de triunfo de nuestro proyecto político en Tlajomulco, obstaculizó sistemáticamente, a través de sus incondicionales en el Partido de la Revolución Democrática, el registro de la planilla de regidores para contender en la elección constitucional de julio de 2009.

2) Cuando los ciudadanos nos otorgaron la responsabilidad de gobernar Tlajomulco, Raúl Padilla nos exigió, nada más y nada menos que el 60 por ciento de los espacios administrativos del Gobierno Municipal, evidenciando con ello una concepción patrimonialista del gobierno.

3) Al no acceder a su chantaje, Raúl Padilla López se reunió en su propia casa con los regidores del PRI y del PAN de Tlajomulco para persuadirlos de que se aliaran con él para boicotear los nombramientos del Secretario General, el Tesorero y el Contralor, en la primera sesión de Ayuntamiento del 1ro de Enero de 2010; a cambio, ofreció posiciones en la estructura administrativa para militantes de ambos partidos, algunos de cuales participaron en los actos de violencia de los que fueron objeto nuestras brigadas de jóvenes durante la campaña electoral .

4) Al no acceder a sus caprichos, Raúl Padilla López, quien controla los órganos de dirección de mi partido, el Partido de la Revolución Democrática, eliminó de la Agenda Legislativa del PRD en el Congreso local, cualquier proyecto o iniciativa orientada a fortalecer a los habitantes de Tlajomulco y a su gobierno.

5) Sin ninguna evidencia, varios de sus incondicionales, entre ellos el Rector del Centro Universitario de la Costa, han emprendido una absurda cruzada para acusarme a mí y al gobierno de Tlajomulco de estar aliados con la ultraderecha.

6) A pesar de la disposición de mi gobierno y de mis gestiones frente a las autoridades formales y legales de la Universidad de Guadalajara para construir un Centro Universitario en Tlajomulco, Raúl Padilla López ha ordenado a sus incondicionales la cancelación de dicho proyecto, quitándole a miles de jóvenes de Tlajomulco la posibilidad de acceder a la educación superior.

Por todo ello, manifiesto categóricamente que no permitiré que Tlajomulco y su Gobierno toleren un día más el yugo de Raúl Padilla López.

Estoy conciente que librarse de uno de los poderes fácticos más influyentes de Jalisco en las últimas décadas, implica riesgos. Sin embrago, mi obligación como ciudadano y mi responsabilidad como gobernante es responder con determinación y convicción a las represalias que vendrán sobre Tlajomulco, su gente y su Gobierno.

Hago directamente responsable a Raúl Padilla López de los embates políticos, económicos y mediáticos que seguramente recibirán Tlajomulco y su Gobierno por el posicionamiento de dignidad y congruencia que hacemos el día de hoy; lo hago responsable de que miles de jóvenes se queden sin estudiar por oponerse caprichosamente al Centro Universitario de Tlajomulco; lo hago responsable del intento de recorte presupuestal para el próximo año que pondrá en riesgo los programas sociales y las obras de infraestructura que Tlajomulco necesita; lo hago responsable de pretender derrumbar la esperanza de miles de personas de vivir en un mejor municipio y una mejor ciudad; lo hago responsable de intentar descarrilar a uno de los pocos gobiernos de izquierda que con tanto esfuerzo ha venido construyendo no sólo el perredismo de Tlajomulco, sino también el genuino e histórico perredismo de Jalisco.

Más aún, lo hago responsable de la ridícula acusación de mi supuesta alianza con las “ultraderechas”; esas oscuras congregaciones que, al igual que la de Raúl Padilla y sus incondicionales, pretenden secuestrar a Jalisco, a sus instituciones y a sus habitantes, cancelando las libertades, el derecho a disentir, y la oportunidad de aspirar a una vida pública plenamente democrática.

Hacemos un fraternal llamado a los habitantes de Jalisco y de Tlajomulco, a las instituciones públicas del estado, y a los movimientos y organizaciones sociales, para que no permitamos que ninguna entidad pública esté sujeta a los caprichos y chantajes de Raúl Padilla López.

Por último, reitero que mi único compromiso es gobernar dignamente a favor de la gente de Tlajomulco. Contra todos los obstáculos que tengamos que enfrentar, vamos a sacar a adelante a este gobierno y a construir una nueva historia.

Tlajomulco es oficialmente a partir de hoy, un territorio liberado de Raúl Padilla López.

Atentamente

22 de Febrero de 2010

Enrique Alfaro Ramírez

Presidente Municipal de Tlajomulco de Zúñiga

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