Por: Redacción (@ReversoMx)
La Villa Panamericana debe derribarse porque el agua es más importante, dijo Eduard Müller Castro, de la Cátedra UNESCO de Reservas de la Biósfera, durante una ponencia en la Casa Iteso Clavigero.
El especialista en recursos naturales cuestionó la tibieza de las autoridades locales para definir el futuro de ese edificio que se encuentra en El Bajío, una zona de alta recarga acuífera. Para él, la prioridad es clara: el agua vale más que más inversión fincada en la infraestructura.
“Si Guadalajara sigue destruyendo la reserva de la biósfera (La Primavera), se va a quedar sin agua, y ¿cuánto vale el agua? Tumbar o no tumbar el edificio panamericano ése, ¡qué discusión más absurda! Ah, es que hay mucha inversión, ¿inversión?, ¿cuánto vale el agua?, ¿cuánto vale fabricar el agua, purificarla? Para un futuro donde no va a haber agua”, advirtió.
De acuerdo con una nota de la periodista Violeta Meléndez, publicada en NTR Guadalajara, Müller Castro dijo que no solamente se debería derribar el complejo panamericano, sino todos aquellos fraccionamientos y construcciones que reduzcan la dinámica hídrica del bosque de La Primavera.
“La inversión en el agua va a valer mucho más. Agarren dinamita, derriben todo eso y regeneren los ecosistemas, tumbemos también varios de los fraccionamientos que están allá, porque el beneficio de unos pocos es el perjuicio de la mayoría y el agua va a ser escasa, ahí no va a valer nada un terreno sin agua. Es algo que mucha gente no entiende, los procesos de cambio climático van a hacer que los recursos naturales se vuelvan oro”, agregó en posterior entrevista a la reportera Violeta Méléndez del diario NTR.
Sin embargo, en Jalisco, tanto el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, como el gobernador Aristóteles Sandoval y la titular de Medio Ambiente estatal, Magdalena Ruiz Mejía, respaldan que se dé uso a la Villa Panamericana, pese a estar sobre una de las zonas de principal recarga de agua proveniente de La Primavera, pues aseguran que con medidas de mitigación como pozos de absorción, transporte público y restricciones es posible no generar daño al acuífero y aprovechar los edificios.
Por su parte, Sandra Valdés, presidente de la asociación civil Anillo Primavera, insistió en que la zona es elemental para la dinámica hídrica de la región por lo que debe conservarse sin asentamientos humanos.
Incluso señaló que han planteado propuestas sustentables para desmontar la Villa y reutilizar los materiales que son factibles de ejecutar.
“Hemos hecho un análisis del edificio y vemos que tienen alrededor de 200 mil metros cuadrados construidos al lado de una reserva de biósfera y sobre una zona importantísima o estratégica de absorción de agua, estamos de acuerdo en que, si queremos que sea negocio, va a acabar afectando al bosque y a los acuíferos. Una opción para la ciudad es desmantelar esas villas y vender los insumos”, dijo también a la reportera Violeta Meléndez.