Jalisco a 10 años de la guerra contra el narco

Por: Darwin Franco Migues (@darwinfranco)

El paso de la guerra contra el narcotráfico en Jalisco no ha sido anecdótico, como han afirmado los dos gobiernos estatales inmiscuidos -Emilio González Márquez (PAN) y Aristóteles Sandoval Díaz (PRI)-, sino literalmente catastrófico; en una década de ocultar la violencia que padece el estado hemos acumulado 9 mil 088 homicidios dolosos, 4 mil 108 desapariciones, 296 cuerpos exhumados de fosas clandestinas y 5 narcobloqueos; sin embargo, las autoridades jaliscienses siguen negando una realidad que en estos 10 años también vio nacer y expandirse a uno de los grupos criminales más fuertes de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación.

La euforia por el onceavo campeonato de “Las Chivas”, obtenido el 10 de diciembre de 2006, eclipsó el inicio de la guerra contra el narcotráfico en Jalisco. Un día después del triunfo del “rebaño sagrado”, el ex Presidente de México, Felipe Calderón, y su Secretario de Gobernación, el jalisciense Francisco Ramírez Acuña, dieron comienzo al Operativo Conjunto Michoacán que movilizó a 7 mil efectivos de las fuerzas federales para combatir el narcotráfico en este territorio. Ese día los diarios locales en portada únicamente colocaron “el desfile del campeón”.

Pese a colindar con Michoacán, el gobierno de Emilio González Márquez (2007-2013) sólo anunció que reforzaría la vigilancia en la frontera para evitar que “los narcos se vinieran a Jalisco”; sin embargo, el narcotráfico ya se encontraba en territorio jalisciense desde los años 80. Aquí capos como Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero habían fundado el Cártel de Guadalajara, del cual por la detención de sus creadores se generaron los cárteles de Sinaloa, Juárez y Tijuana. El blindaje para evitar que el narco llegar a Jalisco había ya fracasado.

El ex presidente Felipe Calderón.

El ex presidente Felipe Calderón.

CJNG: El cártel que creció bajo las sombras del poder

La mañana del 1 de mayo de 2015, Jalisco vivió uno de los episodios más cruentos desde que inició la llamada “guerra contra el narcotráfico” en México. Ese día en menos de dos horas sucedieron en todo el estado 39 narcobloqueos, 11 bancos y cinco gasolineras fueron incendiadas y un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue derribado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). En este incidente murieron ocho militares y un policía federal.

Sin embargo, este no es el origen de la presencia del narcotráfico en Jalisco. Su aparición se remonta años atrás cuando en la capital de Jalisco surgió el Cártel de Guadalajara. Eran los ochentas y al frente de esta organización se encontraban hombres como Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero. Los tres capos fueron detenidos en esa misma década pero sólo los dos primeros siguen presos.

Caro Quintero salió libre, el 9 de agosto de 2014, de la prisión de Puente Grande por violaciones al debido proceso en la acusación de privación de la libertad y homicidio del ex integrante de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique Camarena y el piloto aviador, Alfredo Zavala Avelar. Ambos fueron asesinados en Guadalajara el 9 de febrero de 1985 como una venganza por el aseguramiento de miles de toneladas de mariguana del Cártel de Guadalajara en el rancho El Búfalo en Chihuahua.

Enrique Camarena, el agente de la DEA asesinado en Guadalajara.

Enrique Camarena, el agente de la DEA asesinado en Guadalajara.

La muerte de Camarena es considerada como uno de los eventos más relevantes en la historia del narcotráfico en México pues provocó la aprehensión de los capos y, en consecuencia, la escisión del Cártel de Guadalajara para dar vida a los Cárteles de Sinaloa, Juárez y Tijuana (Los Arellano Félix), que en los años ochenta se disputaron del territorio nacional con el denominado Cártel del Golfo.

El 16 de enero de 2015, Caro Quintero nuevamente fue declarado culpable del homicidio de Enrique Camarena y Alfredo Zavala por un tribunal federal y se emitió una orden de aprehensión en su contra; sin embargo, el narcotraficante está actualmente prófugo de la justicia.

La escisión del Cártel de Guadalajara permeó tanto en Jalisco que durante dos décadas estuvo dominada por dos grupos criminales; el primero, fue el Cártel del Milenio o Cártel de Los Valencia, éste era comandado por Juan Carlos Valencia, “El Tigre” y Óscar Nava Valencia, “El Lobo”; el segundo grupo, fue el Cártel de Sinaloa, quien se instaló en el estado para realizar labores financieras (lavado de dinero) bajo la conducción de Ignacio “Nacho” Coronel. En este mismo tiempo también existió la presencia constante en Jalisco del Cártel de Los Zetas, el cual se desprendió del Cártel del Golfo en 2008, y del Cártel de los Arellano Félix.

Es justamente a éste último cártel al que se le atribuye el atentado y muerte del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien fue asesinado el 22 de mayo 1993 en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Inicialmente se dijo que el móvil del crimen fue una aparente confusión, ya que pistoleros de Los Arellano Félix creyeron que estaban asesinando a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder del Cártel de Sinaloa.

Asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

Asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

La Procuraduría General de la República (PGR), desechó esta versión el 24 de mayo de 1999, al asegurar que el Cardenal fue acribillado al bajar de su automóvil, así que su asesino sí tuvo tiempo suficiente para identificarlo.

La presencia del ahora detenido Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo Guzmán” también fue notoria en Jalisco. De aquí se fugó del Penal Puente Grande, el 19 de enero de 2001, tras corromper a las autoridades carcelarias. La PGR, a la fecha, ha mantenido dos versiones al respecto; la primera, basada en que "El Chapo" se fugó escondido entre la ropa sucia acumulada en un carro de lavandería; la segunda, es que escapó vestido de mujer por la entrada de visitantes.

Con estos antecedentes, el crecimiento del narcotráfico en Jalisco siguió su rumbo a tal punto que entre el 2006, año que inició la guerra contra el narcotráfico, y 2011, la violencia se desbordó por la disputa abierta entre el Cártel de Los Valencia y el Cártel de Sinaloa. El primero de los cárteles se debilitó cuando, entre 2009 y 2010, fueron detenidos sus principales capos, Juan Carlos Valencia y Óscar Nava Valencia; el segundo, vio mermada su capacidad cuando “Nacho Coronel” fue abatido por la milicia, el 29 de julio del 2010, en la colonia Colinas de San Javier en Zapopan.

Ignacio Coronel (pantalón claro) en una de sus detenciones.

Ignacio Coronel (pantalón claro) en una de sus detenciones.

Tras la caída de los hermanos Valencia y la de Nacho Coronel se generaron nuevas incisiones dentro del Cártel de Los Valencia; de acuerdo a informes de inteligencia de la entonces Procuraduría General de Justicia de Jalisco, las divisiones comenzaron cuando el encargado de la seguridad de Óscar Nava Valencia “El Lobo”, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, convenció a Erick Valencia Salazar “El 85” de ocupar el lugar que habían dejado los hermanos Valencia.

Narcotraficantes del propio Cártel del Milenio como Elgidio Migarro, “Don Pilo” y Ramiro Pozos González, “El Molca”, consideraron que “El 85” y “El Mencho” habían entregado a los hermanos Valencia y ahí fue cuando se generaron dos nuevos grupos: Los Torcidos, (también llamados Los Cuinis o Los Mata Zetas) y La Resistencia; ambos fueron responsables de la violencia que se recrudeció en el estado entre 2009 y 2011; este último años con el beneplácito y apoyo del Cártel de Sinaloa se instituyó lo que ahora conocemos como el Cártel Jalisco Nueva Generación, el cual pasó de ser un grupo armado al servicio de lo sinaloenses para convertirse en su socio.

Inicialmente al frente del CJNG quedaron Erick Valencia Salazar “El 85”, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho” y Abigael González Valencia, "El Cuini".

Los hechos violentos que marcaron de manera definitiva la presencia del narcotráfico en Jalisco fueron los primeros narcobloqueos que experimentó el estado en 2011, específicamente el 15 de enero y el 1 de febrero; los primeros ocurrieron como una respuesta violenta del Cártel de Los Valencia tras la localización de una de sus casas de seguridad en el municipio de Chapala; los segundos sucedieron tras la captura de Julio César Hernández Cervantes, un capo que se encargaba del trasiego de la droga para La Resistencia, un grupo delictivo que se extinguió cuando fue capturado el 11 de septiembre de 2012 en el Estado de México, Ramiro Pozos González, “El Molca”, quien durante un interrogatorio de la Policía Federal detalló cómo el CJNG logró obtener el control de Jalisco con ayuda de las autoridades y el Cártel de Sinaloa.

Desde que el CJNG surgió Jalisco en 2011, Jalisco ha sido territorio de disputas entre este cártel y otros grupos criminales como La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas. con éstos últimos han mantenido una gran rivalidad, ya que el CJNG en sus inicios se autodenominó: “Los Mata Zetas” pues realizaban incursiones violentas en Jalisco y otros estados para detener el avance de esta organización criminal.

Una de sus más cruentas acciones sucedió el 20 de septiembre de 2011 cuando asesinaron y abandonaron los cuerpos de 35 personas en las calles de Boca del Río, Veracruz; en respuesta, Los Zetas ocasionaron uno de los hechos más violentos en la historia de Jalisco al dejar 19 cuerpos, el 26 de noviembre de 2011, debajo de la monumental obra conocida como Los Arcos del Milenio en la ciudad de Guadalajara.

La disputa entre el CJNG y Los Zetas, sucedida entre 2011 y 2012, multiplicó la violencia en Jalisco. En tan sólo estos dos años fueron asesinadas 2 mil 406 personas y desaparecieron 545. Incluso, la violencia fue más notoria luego de la detención, el 8 de marzo del 2012, de Erick Valencia Salazar “El 85” a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional; la respuesta del CJNG fue realizar 25 narcobloqueos en todo el estado.

Narcobloqueos en 2012

Narcobloqueos en 2012.

El ex gobernador, Emilio González Márquez, y el ex Secretario de Seguridad Pública, Luis Carlos Nájera, precisaron que los bloqueos eran hechos violentos aislados que sólo se generaron como una reacción a la detención del capo. El poder del CJNG era ya latente y tras la detención de Erick Valencia, el control del cártel recayó en “El Mencho” y “El Cuini”.

El cambio en la estructura del CJNG también multiplicó la violencia; a tal punto que el 9 de mayo de 2012, 18 cuerpos fueron encontrados en vehículos abandonados en el municipio de Ixtlahuacán de Los Membrillos, esta acción fue adjudicada a Los Zetas quien en esos años se instalaron en la región ciénega del estado para disputarle al CJNG el control de Jalisco; sin embargo, el fortalecimiento financiero y operativo del CJNG fue mermando la capacidad de este grupo criminal y a finales de ese año, los dos únicos grupos criminales que permanecieron aquí fueron el CJNG y el Cártel de Sinaloa.

Luis Carlos Najera Gutierrez.

Luis Carlos Najera Gutierrez.

Luis Carlos Nájera, el hombre clave en el crecimiento del CJNG

El crecimiento y fortalecimiento del CJNG sucedió entre dos administraciones estatales, la del panista Emilio González Márquez (2007-2013) y la del priísta Aristóteles Sandoval Díaz (2013 a la fecha). La coincidencia más notoria entre ambas fue la presencia de Luis Carlos Nájera Gutiérrez al frente de las labores de seguridad en Jalisco.

Nájera Gutiérrez en 2006 fue nombrado Secretario de Seguridad Pública (SSP); su “gran trabajo” le permitió ser el único funcionario en pasar de la administración de Emilio González Márquez a la de Aristóteles Sandoval Díaz, éste último transformó la SSP en una Fiscalía General y le dio todo el control a Luis Carlos Nájera. El CJNG surgió cuando éste era Secretario de Seguridad Pública y se hizo fuerte cuando éste fue Fiscal General.

En sus nueve años al frente de la seguridad del estado, la labor de Luis Carlos Nájera Gutiérrez fue cuestionada por las autoridades federales porque en este mismo periodo de tiempo crecieron los homicidios, las desapariciones, las extorsiones y el hallazgo de fosas clandestinas. También en este periodo, el CJNG pasó de ser una célula delictiva local para convertirse en uno de los principales cárteles nacionales e internacionales. Nájera Gutiérrez pidió ser separado de sus funciones, el 6 de julio de 2015. A la fecha, no existe ninguna investigación en su contra.

Luis Carlos Nájera y el ex gobernador Emilio González.

Luis Carlos Nájera y el ex gobernador Emilio González.

Por la desconfianza en las autoridades locales, las acciones de seguridad en contra el CJNG se han gestado y realizado desde el Gobierno Federal, tanto en el periodo de Felipe Calderón como en el de Enrique Peña Nieto, el cual de manera quirúrgica ha realizado diversos operativos para capturar a sus líderes; sin embargo, la fuga de información en lo local ha facilitado su huida, tal y como pasó el 25 de agosto del 2013 cuando el intento de aprehensión de “El Mencho” generó 22 narcobloqueos en diversos puntos del estado. Nemesio Oseguera escapó del municipio de Tonaya, al sur de Jalisco.

El crecimiento del CJNG en el dominio y trasiego de la droga, principalmente metanfetaminas, hacia Europa y Asia colocó a Jalisco como uno de los estados clave en la nueva “estrategia de seguridad nacional” que el Presidente Peña Nieto anunció el 27 de noviembre de 2014. Ahí informó que el estado junto con Guerrero, Michoacán y Tamaulipas son los focos rojos en materia de inseguridad en el país. Desde esta fecha, la Gendarmería Federal patrulla diversos municipios de Jalisco.

Antes de la más grande acción federal contra el CJNG, ocurrida el 1 de mayo de 2015; el Cártel ya había confrontado con fuerza a las autoridades federales y estatales, tal y como ocurrió el 19 de marzo de 2015 cuando sus sicarios, en el municipio de Ocotlán, emboscaron a elementos de la Gendarmería Federal, dando muerte 5 gendarmes, 8 civiles y dos integrantes del crimen organizado.

Aristóteles Sandoval y Luis Carlos Nájera.

Aristóteles Sandoval y Luis Carlos Nájera.

Cuatro días después, el 23 de marzo, integrantes de la Fuerza Única de Jalisco (FUJ) -grupo de élite de seguridad en el estado- abatieron, en el municipio de Zacoalco de Torres, a Heriberto Acevedo Cárdenas "El Gringo", lugarteniente de Nemesio Oseguera. Su muerte significó la ruptura del pacto de “no agresión” que el CJNG había impuesto al Gobierno de Jalisco y a partir de ello, el Cártel atentó contra el Comisionado de Seguridad del estado, Alejandro Solorio Aréchiga, el 31 de marzo de 2015; y la emboscada y muerte de 15 integrantes de la FUJ, el 7 de abril de este mismo año en el municipio de San Sebastián del Oeste, al sur de Jalisco.

Estos hechos fueron el antecedente inmediato de la violencia que se desató la mañana del 1 de mayo de 2015, el día en que el CJNG ocasionó narcobloqueos y agresiones 25 municipios del estado, como una reacción al enfrentamiento que por la madrugada se registró con integrantes de fuerzas federales en el municipio de Villa Purificación.

El objetivo de esa acción militar denominada Operación Jalisco era detener a “El Mencho”; en esta operación participan integrantes de la Secretaría de Defensa Nacional, la Procuraduría General de la República, la Policía Federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional. Este enfrentamiento mostró el poderío real del CJNG, pues en un hecho inaudito, los narcotraficantes derribaron con un lanzacohetes el helicóptero Eurocapter Cougar EC 725 SP, matrícula 1009, donde viajaban un grupo de soldados de élite. "El Mencho" no fue capturado y las reacciones del Cártel se extendieron a otros estados como Michoacán, Colima y Guanajuato.

Derribo de helicóptero en Villa Purificación.

Derribo de helicóptero en Villa Purificación.

Actualmente, la Operación Jalisco ha logrado la captura de al menos, 255 integrantes del CJNG; sin embargo, también ha ocasionado múltiples violaciones a los derechos humanos, entre las que destacan la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial de siete personas, quienes fueron desaparecidas y ejecutadas por elementos de la Sedena, luego de las operaciones que estos realizaron en el municipio de Villa Purificación, el municipio donde fue derribado el helicóptero por integrantes del CJNG.

Las familias de las víctimas interpusieron una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial de sus seres queridos, el número de queja es 3593/2015. Ningún militar ha sido juzgado por los hechos sucedidos el 1 de mayo de 2015. En cambio, la Operación Jalisco sigue vigente, con fuerzas militares en el sur y norte del estado.

Rubén Oseguera González, "El Menchito"

Rubén Oseguera González, "El Menchito".

Otros golpes al CJNG

Las acciones más exitosas en contra del CJNG sucedieron antes de la Operación Jalisco; el primero ocurrió el 30 de enero del 2014 cuando se capturó, sin apoyo del Gobierno de Jalisco, a Rubén Oseguera González, "El Menchito", hijo de "El Mencho".

Tras su captura, se generaron tres narcobloqueos en la ciudad; sin embargo, "El Menchito" obtuvo su libertad el 26 de diciembre de ese año por falta de pruebas que pudieran vincularlo con el crimen organizado. Seis meses más tarde, el 26 de junio de 2015, fue nuevamente capturado por elementos de la Sedena en el municipio de Zapopan. "El Menchito" estuvo a punto de ser liberado por segunda ocasión, el 1 de julio. Hoy, sin embargo, está detenido en el penal del Altiplano.

La otra detención que resultó exitosa fue la de Abigael González Valencia, "El Cuini", operador financiero del CJNG. Su detención ocurrió el 2 de marzo del 2015 en Puerto Vallarta. Hoy se sabe que "Los Cuinis" era la organización criminal encargada de las operaciones financieras del CJNG y de la planeación para que éste dominara el trasiego de la droga de México hacia Europa y Asia; por ello, algunos reportes de inteligencia de la PGR aseguran que el líder del Cártel no era “El Mencho” sino González Valencia.

No obstante, la detención de este supuesto líder no mermó el crecimiento y expansión del CJNG en el mundo, ya actualmente ésta célula criminal, junto con el Cártel de Sinaloa, son los dos cárteles más fuertes del país.

A diferencia del grupo delictivo sinaloense, el Cártel Jalisco Nueva Generación ha logrado aumentar su poderío y dominio. En tan sólo 5 años, sus alcances van más allá de Jalisco pues también mantienen su presencia en Colima, Nayarit, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Morelos, San Luis Potosí, Ciudad de México, Aguascalientes, Baja California Norte e, incluso, reportes de la DEA detectan operaciones de éste en costas de Oaxaca y Chiapas.

Familiares de personas desaparecidas en Jalisco. Foto: Paloma López

Familiares de personas desaparecidas en Jalisco. Foto: Paloma López.

Desaparecer y morir durante la guerra contra el narco en Jalisco

El surgimiento de una organización criminal como el CJNG y el amparo que le han dado las autoridades locales han tenido consecuencias terribles para la población jalisciense. En diez años de guerra contra el narcotráfico ha sufrido 9 mil 088 homicidios dolosos, 4 mil 108 desapariciones, 6 mil 430 extorsiones y 296 cuerpos exhumados de fosas clandestinas.

Estos hechos, aunque las autoridades de dos administraciones estatales lo nieguen, han colocado a Jalisco en los cinco primeros lugares en delitos de alto impacto en el país. De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Jalisco es el cuarto lugar en homicidios dolosos, el segundo en desapariciones, el segundo en extorsiones y está en los primeros 10 estados con mayor número de fosas clandestinas en el país.

Desde que arrancó en 2006 la guerra contra el narcotráfico, la incidencia delictiva creció de tal manera que se pasó de un promedio de 461 homicidios dolosos al año a tener ahora un promedio anual de mil 207 muertes, siendo los años con mayor incidencia el 2011 con mil 222 homicidios y 2012 con mil 184; estos años coinciden con el surgimiento del CJNG y la disputa que éste tuvo en el estado con Los Zetas. Esto significa que desde que ese cártel apareció en la escena criminal local el promedio anual de homicidios se incrementó en un 300 por ciento.

Ejecutado Zapopan.

Si esta cantidad de homicidios se divide por las administraciones que tendrían que haber garantizado la seguridad en el estado, 5 mil 140 homicidios dolosos (57 por ciento) ocurrieron bajo el mandato de Emilio González Márquez mientras que 3 mil 948 muertes violentas (43 por ciento) han acontecido bajo el actual periodo de Aristóteles Sandoval Díaz.

En ambos gobiernos, el ex Fiscal Luis Carlos Nájera estuvo al frente de la seguridad cuando en el estado se cometieron 7 mil 130 de los 9 mil 088 homicidios. Bajo el mandato del actual Fiscal, Eduardo Almaguer (2015-2016), han sucedido mil 958 homicidios. Ni la extinta Procuraduría General de Justicia ni la actual Fiscalía General han logrado disminuir este delito, el cual se comete en el 75 por ciento de los casos por el uso de armas de fuego.

Esta misma tragedia se replica en las desapariciones, sin embargo, éstas desde el 2006 ya registraban un alto número de denuncias, pues en promedio durante estos últimos 10 años se han presentado ante las autoridades jaliscienses mil 838 denuncias anuales por desaparición de hombres y mujeres; esto significa que en los últimos 10 años se han presentado en Jalisco 18 mil 384 denuncias por desaparición de las cuales se han desprendido 20 mil 335 desaparecidos (10 mil 696 hombres y 9 mil 639 mujeres).

Manifestación por las personas desaparecidas en Jalisco.

Manifestación por las personas desaparecidas en Jalisco.

La aparente labor de búsqueda de la entonces Procuraduría General de Justicia y la actual Fiscalía General, conforme a datos obtenidos por la Unidad Transparencia de esta última dependencia, logró la localización de 15 mil 558 personas con vida y 669 sin ella, lo cual deja a un total de 4 mil 108 personas desaparecidas. Todas estas vidas e historias fueron interrumpidas por la acción de diversos grupos criminales que han utilizado a este delito como una estrategia de terror.

El nivel de eficacia en la localización de personas desaparecidas en Jalisco ha sido duramente criticada por familiares de víctimas de desaparición agrupados en dos colectivos: Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco y Por Amor A Ellxs.

Para ellas y ellos, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General operó, antes de 2015, con muy poco personal (en promedio cuatro ministerios públicos y cuatro policías investigadores) y sin contar con asignación presupuestal directa, lo cual hace difícil creer que se localizaron a la mayor parte de personas que se reportaron como desaparecidas desde 2006, pues de ser cierto el dato, debieron encontrar a cuatro personas al día durante los últimos 10 años. Por Amor A Ellxs ha denunciado que lo único que hay en las averiguaciones previas de sus integrantes son puros oficios de colaboración: “Los reportes de búsqueda en campo para localizar a nuestros familiares son inexistentes”.

Manifestación por los desaparecidos en Jalisco. Foto: Paloma López

Manifestación por los desaparecidos en Jalisco. Foto: Paloma López.

Las desapariciones se han recrudecido en la administración de Aristóteles Sandoval Díaz. Durante su gestión se han presentado 9 mil 269 denuncias por desaparición, a pesar de que la Fiscalía General de Jalisco ha creado nuevas unidades y programas para la localización de personas.

Sin embargo, durante el gobierno del priísta, “las labores de búsqueda” han sido menos eficientes porque en estos últimos tres años (2013-2016), 3 mil 140 personas no han logrado regresar a casa. Esto representa al 76 por ciento de las desapariciones que hay en Jalisco desde 2006. El 24 por ciento restante, 968 desapariciones, ocurrieron en el gobierno de González Márquez (2007-2013), así que resultan falsas las declaraciones del actual gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, y de su Fiscal General, Eduardo Almaguer, al asegurar que las desapariciones son un problema que les “fue heredado”.

Desde que Aristóteles Sandoval se convirtió en gobernador, cada día se presentan siete denuncias por desaparición en Jalisco.

Las desapariciones son uno de los delitos que más se ha incrementado desde que el CJNG tiene presencia en el estado, pues desde que éste se creó en 2011 con la promesa de “velar por la seguridad de los jaliscienses”, en Jalisco han desaparecido 3 mil 685 personas, el 89 por ciento de todas las desapariciones que se registraron en la última década.

Es tal la frecuencia de este delito en un territorio dominado por este grupo criminal que en 116 de los 125 municipios del estado existen denuncias por desaparición. Tan sólo en este año existen más personas desaparecidas que asesinadas; de enero a octubre de 2016 en Jalisco se han cometido 932 homicidios dolosos y se encuentran en calidad de desaparecidos mil 146 personas.

El perfil de las personas que mueren o desaparecen en Jalisco, es el de un hombre entre los 18 y 28 años de edad y una mujer entre 16 y 18 años con escolaridad promedio de preparatoria, habitantes de colonias urbano marginadas y/o municipios con altos niveles de pobreza. La precarización de la vida social y la falta de acceso de oportunidades coloca a los jóvenes como las principales víctimas de estos delitos en Jalisco.

Fosa clandestina localizada en La Barca, Jalisco.

Fosa clandestina localizada en La Barca, Jalisco.

Jalisco, tierra de fosas clandestinas

La comisión de delitos como homicidios y desaparición también va de la mano con la localización de fosas clandestinas, localizadas en 62 de los 125 municipios del estado; esto significa en que en la mitad del territorio jalisciense, los grupos criminales han cavado fosas para esconder los cuerpos de personas que estaban -hasta su localización- reportadas como desaparecidas.

De acuerdo con reportes de transparencia de la Fiscalía General de Jalisco y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), los hallazgos de fosas clandestinas datan del 2009; así que durante estos últimos siete años se han localizado 161 fosas de las cuales se exhumaron 296 cuerpos. Sin embargo, la Fiscalía General de Jalisco sólo tiene bajo su investigación los hechos relacionados con 124 fosas, ya que las otras 37 localizadas en el municipio de La Barca, están bajo el resguardo e investigación de la PGR y, por tanto, se consideró a este hallazgo como un delito del fuero federal.

De las 124 fosas que están bajo su resguardo e investigación de la Fiscalía General de Jalisco y de las cuales se exhumaron 221 cuerpos, conforme el oficio FG/UT/5774/2016, sólo se tomó el perfil genético a 119 de los 221, lo cual ocasionó la entrega de 92 cuerpos a familiares que los tenían reportados como desaparecidos; el resto (129) aún permanecen en resguardo del IJCF y el Semefo.

Una de las fosas que más llamó la atención fue la encontrada en el municipio de La Barca en diciembre de 2013 y enero de 2014. En este municipio se exhumaron 75 cuerpos que estaban escondidos en 37 fosas clandestinas. La investigación para saber qué fue lo que pasó en La Barca y quiénes son las personas que ahí se encontraron está a cargo de la PGR, la cual sólo ha informado que de los 75 cuerpos localizados se hicieron exámenes genéticos a 64 de estos cuerpos, lo cual permitió saber que 58 eran hombres y 6 mujeres.

A la fecha, 10 cuerpos (todos hombres) han sido entregados a sus familiares; 32 de estos cuerpos permanecen resguardados en el Servicio Médico Forense de la Ciudad de México, 26 ya fueron inhumados en una fosa común en el Panteón de Dolores de ese mismo estado y de los siete restantes no se tiene ni siquiera su perfil genético.

hoyla-investigan-a-policas-por-nuevas-desapariciones-en-mxico-20160328

Un recuento desastroso

A pesar de que en cinco años y bajo el cobijo de dos autoridades estatales surgió y creció el Cártel Jalisco Nueva Generación, no existe aún un reconocimiento pleno de las consecuencias que esto ha generado en el estado en el marco de la guerra contra el narcotráfico.

Las declaraciones reiteradas y constantes de que las acciones del narcotráfico son hechos aislados que únicamente responden a formas de reaccionar de quienes dominan “la plaza” o a “enfrentamientos entre los grupos que se disputan la zona” ha ocasionado que la seguridad no sólo sea frágil sino, incluso, volátil en algunos municipios del estado como Lagos de Moreno o Tala, en los que que en menos de dos años, han desaparecido más de 200 jóvenes entre los 18 y 26 años de edad.

También lo es para todos los jaliscienses que perciben cada día más cerca los estragos de la inseguridad y que ya no creen que Jalisco sea “el estado donde no pasa nada”, pues aquí reside uno de los cárteles más ricos del mundo y lo hace multiplicando en el estado las muertes y las desapariciones.

Mientras tanto, el Gobierno de Jalisco, emprendió hace unas semanas una campaña publicitaria cuyo mensaje principal es destacar al estado como “un mundo de oportunidades”. Y no se equivocan, quizá una de ellas sea la impunidad con la cual un cártel que no existía antes del inicio de la guerra contra el narcotráfico hoy se erige como uno de los más importantes del mundo.